Zoncera N° 39
Estimados lectores, considerando que el servicio meteorológico nos mantiene alertados desde tempranas horas (otra de las zonceras argentinas, jajaja!), aportamos otro capítulo zonceril, para acompañar el mate cocido de la tarde.
Fueron escritas en Montevideo por un periodista llamado José Rivera Indarte, cordobés él y cuyo nombre adorna calles y teatros, y es el documento más serio sobre los crímenes de la "primera tiranía".
Transcribo de José María Rosa (Estudios históricos, Ed. Sudestada, 1967):
Después de la "segunda tiranía" no se han escrito Tablas de sangre. Es que en doce años no se puede salir de tres nombres, que son los obreros Aguirre y Núñez, y el Dr. Ingalinella; la escasez de mercadería obliga a preferir imputaciones más indeterminadas. También se suelen incorporar a éstos algunas de las víctimas producidas en la campaña electoral de 1946 y en los pródromos de ella, olvidando que son muchos más los que cayeron del otro lado. Así se le ha dado a una calle el nombre de Salmún Feijoo, un joven caído en un tumulto como consecuencia de una bala perdida. ¡Y ya se sabe la siniestra puntería que tienen las balas perdidas! Siempre encuentran un inocente como cabeza de turco.
Además, no conviene hacer Tablas cuando se pueden cotejar con otras: antes de un año de la Revolución Libertadora en las Tablas de ésta había ya que anotar 27 fusilados... y seguir anotando hasta Vallese y la señora de Gentiluomo.
Eso sí; aquí pasa como con lo de jóvenes y muchachones, y hay muertos de primera y muertos de segunda, cosa que también sucede con las prisiones. Un día de detención de doña Victoria Ocampo, se cotiza más alto que meses y meses de detención de centenares de mujeres obreras.
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