El romance del partido socialista y la sociedad rural

Este mediodía el diputado nacional socialista Lisandro Viale estuvo en la inauguración de una nueva exposición de la Sociedad Rural de Concordia. Aha, y?. Bueno, lo llamativo del caso es que el diputado socialista (primer diputado socialista en la historia de Entre Ríos) acudió a la cita respondiendo a una invitación del amigazo Eduardo Beswick, quien fuera oportunamente denunciado por unos temitas menores, como amenazas de muerte, apropiación de DNI y trabajo en negro.

Pero dejemos al bueno de Eduardo y volvamos a nuestro diputado socialista. El hombre declara 43 años, un título de ingeniero agrónomo, el ejercicio de la producción agropecuaria y un blog con mail, celular y todo. Fah!, im-pre-sio-nan-te, eso se llama transparencia y espíritu dialoguista.

Como buen socialista es incapaz de cortarse solito, por eso invitó a acompañarlo a la Rural de Concordia al presidente de la juventúsocialista, que tiene feisbú y todo. Como toda inauguración rural que se precie y, a pesar del problema de la ganadería y de la lechería, los muchachos tiraron unos costillarcitos y, con profunda caridad cristiana, invitaron también a los socialistas (aunque después habrán mandado a lavar bien esos vasos, no sea que les queden con baba socialista).

Ahí fue cuando nuestro héroe aprovechó la ocasión para dar un golpe ético, y sin soltar la costilla, mencionó las enseñanzas de Humberto Volando e insistió en la necesidad de fijar políticas específicas para los pequeños y medianos productores, que son - dice - la causa de sus desvelos. Como varios de los presentes se quedaron con las mandíbulas paralizadas, rápidamente Viale ejecutó su mejor maniobra política y procedió a recular diciendo: "la culpa es de la Oncca, muchachos, de la Oncca", mientras salía del predio sin mirar para atrás, encomendando su alma al mismísimo Hermes.