Las milanesas de tu tía
Seguro que tenés, por lo menos, una tía que alguna vez te invitó a comer milanesas. Y ahí fuiste vos, tremendo oso hambriento, dispuesto a bajarte por lo menos una docena de milanesas deliciosas y humeantes, crocantes y olorosamente fritas, acompañadas por una torre de papas fritas. Y cuando llegaste a la casa de esa tía te sirvieron una de éstas...
Bueno, igual te las comiste, acompañadas de esa micro ensaladita de brotes de alpiste y sésamo. Todo muy rico, dijiste cuando la tía te acompañó a la puerta y casi te desmayaste de hambre y bronca.
Bueno, haceme caso, recortá y pegá el siguiente artículo en el que la gente de la Universidad Nacional del Litoral le cuenta a tu tía que, junto a esas preciosas milanesitas, se está manducando una dosis de glifosato. Bon apettit!
1 se arrimaron al fogón:
Y encima engordan más que las de carne
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