"No debemos olvidar en ningún momento –cualesquiera sean las diferencias de apreciación– que las opciones que nos ofrece la vida política argentina son limitadas. No se trata de optar entre el general Perón y el arcángel San Miguel. Se trata de optar entre el general Perón y Federico Pinedo. Todo lo que socava a Perón, fortalece a Pinedo, en cuanto él simboliza un régimen político y económico de oprobio y un modo de pensar ajeno y opuesto al pensamiento del país”. Raul Scalabrini Ortiz

lunes, 28 de abril de 2008

LA REBELION DE LOS "CHACRERS".

Por Alberto Lapolla**- Salir de la sojización es volver a pensar en un país con mercado interno, tener que producir alimentos para el mercado interno, y eso implica tener gente que pueda comprar y por ende gane sueldos adecuados. Producir para el mercado mundial tiene el beneficio de no depender de lo que gane la "gente" de aquí. Allí radica la diferencia entre un modelo de desarrollo nacional y un modelo de factoría.

"Los terratenientes son la única de las tres clases (se refiere también a los asalariados y a los capitalistas) que percibe su renta sin que le cueste trabajo ni desvelos, sino que la perciben de una manera en cierto modo espontánea, independientemente de cualquier plan o proyecto propio para adquirirla. Esa indolencia, consecuencia natural de una situación tan cómoda y segura, no sólo les convierte a menudo en ignorantes, sino en incapaces para la meditación necesaria para prever y comprender los efectos de cualquier reglamentació n pública." Adam Smith, 1776, La riqueza de las naciones.(1)



En la presentación en Buenos Aires del libro "Gran Bretaña y Argentina en el siglo XIX", del historiador canadiense-britá nico Harry Ferns, Arturo Jauretche suscribió y profundizó las palabras de Ferns: "tienen que preguntarse sí, después de la caída de Rosas, no había llegado la hora de la clase mercantil urbana, y sin presión extranjera, esa clase no hubiera podido construir en las orillas del Río de la Plata una comunidad como la que construyeron los norteamericanos en los Estados Unidos después de la Guerra Civil: una potencia industrial y financiera en expansión no trabada por poderosos intereses rurales", dijo Ferns y, agregaba Jauretche: "¿Qué sería de ese progreso que tanto los envanece si en lugar de habernos adscriptos como los norteamericanos del Sur a la política de Gran Bretaña cumpliendo el sólo objetivo de construir la granja dependiente, se hubiese realizado la hipótesis que plantea Ferns paralela a la de los norteamericanos del Norte: "Argentina potencia industrial y financiera en expansión no trabada por poderosos intereses rurales", por naturaleza, dependientes. ¿Qué sería por comparación ese progreso de que se jactan frente al del país potente que pudimos ser?" Arturo Jauretche (2)



"En 1956 el Dr. Ernesto Hueyo, ex ministro de la Década Infame y personaje representante de su clase sostiene en un artículo de la Prensa, que el país tiene exceso de población y sólo se le ocurre una solución: que emigre el excedente de argentinos innecesario para la economía pastoril. En 1966 el presidente de la SRA, Sr., Faustino Fano -un nuevo incorporado a la alta clase- expresa el sentimiento de la misma, diciendo en el habitual banquete de la prensa extranjera -donde los primates del país van a dar examen de buena conducta e higiene mental- que la población conveniente de la república está en relación 4 vacunos por cada hombre. Ajustándonos al cálculo(...) hoy no deberíamos tener más de 12 millones de habitantes. Si tenemos 25 millones nos hemos excedido en el 100%. !A esto ha llegado la elite que se dice continuadora de la que jugaba a los 100 millones de habitantes." Arturo Jauretche (2)



"Yo no quiero que a mi me saquen mi dinero para que los pobres del conurbano coman bife de lomo." Un dirigente de CRA en 2007



"Yo creo que usted se equivoca o no ha ido a mirar el color de la piel de los que están haciendo el corte", dijo Biolcati al referirse a quienes realizan los piquetes diferencián-dose de los trabajadores piqueteros desocupados. .. Hugo Biolcati es el vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA)



"Cuando uno conoce a la Argentina se da cuenta como habrían sido los Estados Unidos si la guerra la hubiera ganado el Sur." Martín Andersen, (periodista y escritor norteamericano que vivió vente años en nuestro país)



la razón de nuestro atraso, el problema de todos nuestros problemas, es que en nuestro país primero con la derrota de Moreno, luego con la traición a Castelli en Huaqui, posteriormente con el asesinato de Dorrego y finalmente con el "triunfo" de Mitre en Pavón, la guerra civil la ganó el "Sur".

Alberto J. Lapolla (10)



La sempiterna oligarquía quiere voltear a Cristina Kirchner y liquidar la alianza con Chávez.

El conjunto de propietarios y empresarios rurales inmensos, grandes, medianos, pequeños y arrendatarios, provocaron el mayor lock-out patronal desde los protagonizados por APEGE en 1975 y 1976, que permitieran el golpe genocida de 1976. El lock out patronal fue realizado por los productores capitalistas del campo argentino (los "chacrers" de Huergo), no de los pequeños campesinos autosuficientes, reunidos en movimientos que, como el Mocase, Apenoc, el MCC, el MCI, el Mocafor, el Mam, las Ligas Agrarias y otros, no participaron de la medida. Tampoco lo hicieron los trabajadores rurales, pese a la posición propatronal del terrateniente Venegas, secretario general de su gremio y de las 62. El lock-out patronal generó una fuerte desestabilizació n al gobierno legítimo encabezado por Cristina Fernández, quien pareció no entender la magnitud peligrosa del enemigo que enfrentaba, eludiendo una rápida desactivación del conflicto. Lejos de haber concluido la batalla recién comienza, como lo prueban entre otras cosas, la maceración constante de los medios de comunicación en manos de las multinacionales, la reacción feroz del pool sojero ante la primera medida oficial que intenta frenar la sojización, la rebelión desatada de los chacrers, que claro está, ya no son los cahacareros que conocimos antaño. Mucho menos son los que dieran origen al Grito de Alcorta, lo que explica la posición solidaria de la FAA con la SRA y CRA. Volveremos sobre el tema. El intentar ahogar en humo a Buenos Aires y el conurbano, provocando varios muertos y decenas de heridos, no hace más que mostrar que la oligarquía no trepidará en nada, como lo hizo siempre, para defender su ilegítima apropiación de la renta nacional e impedir cualquier proceso de reindustrializació n, y reconstrucció n del Estado nacional, con la consiguiente redistribució n del ingreso que obligatoriamente conlleva. Una manifestación de este plan desestabilizador, lo muestra el estado de guerra anticristina en que se encuentran las capas medias y altas de la sociedad como cualquiera puede constatar. Esto ya lo probaron y lo pagaron caro Moreno, Castelli, Dorrego, San Martín, Bolívar, Sucre, Artigas, Irigoyen y Perón. El alto costo pagado por el gobierno durante 21 días, lejos de amansar a la vieja-nueva oligarquía la ha cebado, al comprobar con que facilidad puede bloquear todas las rutas del país –ahora sin ferrocarriles, el país es rehén de las rutas y los camiones- y desabastecer a las principales ciudades usando como mano de obra gratuita a los pequeños y medianos productores, junto a los nuevos chacrers montados en sus poderosas 4x4, y calzados de sus botas y sombreros texanos. Y por qué no, munidos también de alguna escopeta o fusil como sostuvo uno de los chacrers, mientras con un cuchillo, con total impunidad, ante la mirada impasible de la gendarmería, se dedicaba a cortar los neumáticos de un camión. Cabe aclarar que los chacrers sojeros, como lo hacen habitualmente en el norte de Córdoba, en Santiago del Estero, Salta, Chaco, Formosa, Norte de Santa Fe, Misiones, Paraguay y Bolivia –hasta allí llegaron nuestros chacres sojeros- cuentan con fuerzas parapoliciales propias. Las utilizan para desalojar por la fuerza, a los campesinos centenarios que pueblan dichos territorios desde siempre, haciendo agricultura de subsistencia, ante la mirada cómplice de las autoridades provinciales y de la FAA. Incluso ha habido afiliados y dirigentes de la FAA vinculados a esta proceder en el Norte de Córdoba. Esas fuerzas armadas privadas, acompañaron a los chacres en los cortes paquetes, como lo prueba el alto grado de impunidad mostrado por los mismos. En particular en los días 25-26-27 y 28 de marzo, cuando lanzaron los "cacerolazos de teflón" en concordancia con el encuentro jurásico de Rosario. El conflicto sigue y seguirá pues busca parar cualquier medio de distribución del ingreso y voltear a Cristina. Una mujer "soberbia, de tono provocativo", pero también "débil, indefensa y de menor entendimiento" según la cultura machista-hispano- católica vigente en amplios sectores influidas por la sacrosanta Iglesia católica. Iglesia que hace algún tiempo preanuncia un "mal final y con mucha sangre" para el gobierno sacrílego –y demasiado amigo del diablo Chavez- de los Kirchner. Gobierno que había producido el 11 de marzo, -de manera desprolija, inconsulta e incompleta- una importante medida estructural para redefinir el modelo agropecuario. Esto es, retenciones justas en favor de la apropiación y redistribución de la Renta Agraria por parte del Estado Nacional para su uso nacional y social, conteniendo los precios de los alimentos que se habrían disparado a niveles siderales, dado la trepada internacional de los granos por la crisis del dólar y la irracional apuesta de Bush y Lula a los "biocombustibles" . A su vez las retenciones diferenciales y móviles comenzarían a desmontar el monstruo sojero. Respecto de cómo se usará ese recurso, eso pertenece a otra discusión, pues como muy bien señalara el Ing. Horacio Giberti "nadie garantiza que si parte de esos recursos nacionales, fueran coparticipados serían mejor usados por los gobiernos provinciales" (4).



La misma clase hegemónica de siempre.

Pese a lo que sostienen Jorge Rulli (asesor de Felipe Solá –el legalizador de la soja transgénica- hasta diciembre de 2007) muy enojado por la designación del compañero Lowey, Mariano Grondona, Elisa Carrió y Héctor Huergo entre otros, la oligarquía terrateniente sigue vivita y coleando y... humeando. Está allí siempre presente expresada por ejemplo en sus 6900 familias que detentan el 49.7 % de la superficie cultivable de la nación, en los 936 terratenientes que poseen 35.515.000 Has (casi toda la superficie en cultivo) o en los 2000 propietarios que producen el 60% de la cosecha de soja transgénica forrajera. Desde siempre los terratenientes –los descendientes directos de los encomenderos españoles- no pagan impuesto alguno por su inmensa riqueza. Julio Rissola posee 4600 has en Mercedes, pcia., de Buenos Aires, la valuación actual es del orden de los 20 millones de USS, sin embargo el señor Rissola esta inscripto como monotributista, abonando la irrisoria suma de 66.6 pesos por Ha, en concepto de impuesto inmobiliario. (7) Su vecina María Bottero posee 4602 has., de similar valor de mercado, pero está inscripta como jubilada ante la AFIP, aunque su campo supera en valor los 20 millones de USS y paga anualmente 66.6 pesos por ha, de impuesto inmobiliario. (7) Don Luciano Miguens presidente de la SRA, posee 2219 has en Salto, corazón de la zona núcleo maicera cuyo precio hoy se ubica en los 15.000 a 20.000 USS/Ha. Su campo puede valer hoy entre 25 y 35 millones de USS, sin embrago paga anualmente 78 pesos anuales de impuesto inmobiliario.(7) Carlos Blaquier dueño del Ingenio Ledesma posee –entre otros muchos latifundios- 8900 has en Pehuajó, con un valor de mercado de 5000 USS la ha. Por dicho terrenito paga anualmente 52 pesos por ha.(7) Manuel Anchorena con 1900 has en Chascomús –una pequeña parte de sus campos- paga 8 pesos al año de impuesto inmobiliario.(7) Luis Otero Monsegur, ex dueño del Banco Francés posee 3320 has en Pehuajó, por las que abona 45 pesos anuales de impuesto inmobiliario, pese a que el valor de mercado del mismo es de 5.5 millones de USS.(7) Mientras tanto, María del Carmen, una maestra jubilada de Buenos Aires, que posee un departamento, de 58 m2 en Belgrano, de 40 años de antigüedad, ha pagado luego del revalúo macrista 138 pesos de impuesto inmobiliario, un 150 % más de lo que pagaba anteriormente.(7) Ha pagado un valor de 23.793 pesos por ha. Unas 305 veces más que Don Luciano Miguens, 457 veces más que el amigo Blaquier, 357 veces más que Don Rissola, o 2974 veces más que el nacionalista Manuel de Anchorena. Otros socios del club son, Bemberg con 143.000 has, Whertein con 98.000 has, Blaquier con 45.000has.(8) Los Martínez de Hoz poseen hoy una cifra desconocida, pero en 1930 poseían 2.500.000 has. De las 35 familias que en el censo de 1913 concentraban la mayor parte de las tierras; 30 siguen siendo hoy grandes propietarios: Anchorena 40.000 has, Gómez Álzaga 60.000 has.(8) Y, Benetton con 900.000 has, Cresud (Soros) con 460.000 has y Amalia Lacroze de Fortabat con 220.000 has., sumados poseen casi 2 millones de has que corresponde a la superficie de Bélgica.(8)



La oligarquía sigue siendo la oligarquía y es de temer.

Como siempre hizo, esta clase defenderá sus privilegios descarados, apelando a la más brutal violencia contra el pueblo y contra quien ose tocar sus intereses, aunque sea mínimamente. Esta clase "parásita e infecunda",(6) consiguió hegemonizar y abroquelar tras de sí –al igual que en 1930, 1950, 1954, 1955, 1975 y 1976- a todos los productores grandes, pequeños o medianos. Logró que fuera el líder de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi junto a su par entrerriano Alfredo de Angeli, quienes interpretaran la música dictada por la Sociedad Rural y Confederaciones Rurales Argentinas, ambas, las organizaciones más representativas del latifundio, el pensamiento reaccionario en el país y compañeras de cuanto golpe militar y asonada golpista hubiera en la nación moderna, incluida la terrible dictadura genocida de 1976. Dictadura que contó con el respaldo explícito y eufórico de los terratenientes. Sólo basta revisar los nombres de los funcionarios dictatoriales, o reparar en algunas de las "leyes" de Videla-Martínez de Hoz para el "campo" o repasar la prensa de esos terribles años. De tal forma sorprendía, escuchar a los dirigentes de la FAA, arengando contra los "sectores del privilegio", "la concentración de la tierra", "la destrucción de los productores" a favor "de la distribución del ingreso" y "la lucha contra el hambre", flanqueado por las miradas complacientes y comprensivas de Luciano Miguens y el Dr. Llambías, casualmente dos de los responsables de lo que la FAA proclamaba como objetivo a cambiar con el lock-out patronal y el desabastecimiento del pueblo. Claro nadie en su sano juicio acusaría a la FAA de complicidad con la dictadura, pero no puede decirse lo mismo de sus socios desabastecedores y piqueteros 4x4. La SRA y demás grupos terratenientes no sólo proveyeron los cuadros técnicos y políticos a la dictadura, sino que participaron activamente en la denuncia, desaparición y asesinatos de militantes populares mayoritariamente vinculados a los trabajadores rurales o a las organizaciones campesinas claramente antilatifundistas como las Ligas Agrarias, cuya militancia y adherentes fueron masacrados masivamente con la colaboración directa de los terratenientes. De ejemplo sobra la acción criminal de la familia Blaquier en su ingenio Ledesma, en el pueblo de San Martín en Jujuy, donde centenares de trabajadores –la mayoría de origen indígena- incluido el ex intendente del pueblo, el médico patriota Jorge Aredes, fueron secuestrados y asesinados en camionetas de la empresa, por el personal de "seguridad" de la misma acompañada por la gendarmería nacional. Cualquiera que desee conocer el pensamiento "democrático" de esta gente puede leer el artículo de Pedro Blaquier, "La envidia igualitaria" publicado por el oligarca, en La Nación el 20 de enero de 2001. Aun hoy cuando alguno de los referentes de la SRA o de CRA se refieren a la dictadura genocida, hablan del "proceso", descalifican a los militantes de los derechos humanos (a punto estuvo De Angeli de hacerlo en la asamblea de productores del día 2 de abril, pero alguien lo interrumpió a tiempo), en especial a Madres y Abuelas y si se los apura –como mostró algún programa televisivo por los días del lock-out- comentan a veces por lo bajo y otras veces en vos alta, que "prefieren un gobierno militar y si es posible a Videla." Hay dos cosas que la oligarquía no soportará. La una es el cese de la impunidad sobre el terrorismo de Estado y la consiguiente investigación sobre las razones del terror. La segunda reside en las políticas de redistribución del ingreso implicada en las políticas de las retenciones y en el renacimiento de la pelea salarial. Casualmente las dos cosas en las que más avanzó el gobierno kirchnerista, más allá de sus marcadas limitaciones en otras cuestiones. El avance sobre el juzgamiento del terrorismo de Estado no sólo afectará a miembros conspicuos de la oligarquía, sino que demostrará que el objetivo central del genocidio y el terror, fue destruir a los trabajadores y retrotraer la distribución del ingreso a las etapas anteriores al 4 de julio de 1943, tal como lo expresaron Martínez de Hoz, Alsogaray o Harguindeguy, tres conspicuos miembros de esta clase.(9) El juzgamiento de los genocidas devuelve la discusión sobre el modelo de país a 1974, donde un trabajador mecánico ganaba por ocho horas de trabajo el equivalente a 6.000-8.000 pesos mensuales actuales y el salario mínimo se ubicaría en unos 3.500-4.000 pesos actuales. He allí la pavura del poder económico que conoce el paño...



El "19 y 20" del "campo".

El paro del campo conmocionó el interior del país, y a algunos sectores que como el PCR, y el MST, vieron en la rebelión oligárquica una revolución agraria encabezada por la Sociedad Rural, y CRA, una especie de Kuomintang argentino, donde Luciano Miguens sería una especie de Chiang Kai Chek de las pampas. También se vivió para algunos –los menos- como un reflejo tardío de la hecatombe producida por la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre que abriera la etapa histórica que transitamos y que en los sectores del campo se vivió de manera diferente, ya que afectaba fuertemente sus sentimientos conservadores y en general antiperonistas. Tal es así que aun muchos sectores del interior aun ven al 19 y 20 como "un golpe de Estado de Duhalde contra un gobierno radical", y esto lo expresan por ejemplo militantes de la UCR, del ARI, de CTERA, de los partidos y organizaciones de la derecha y de la propia FAA. De allí que la rebelión de los propietarios rurales, fuera vivida por muchos de ellos como un "contra 19 y 20", y en especial dirigida a impedir que "los frutos del trabajo del chacarero, el más importante del país, –según ellos- se destine a pagarle a los piqueteros, esos –"negros de mierda!"-, opcional según el interlocutor- que viven sin trabajar," como claramente lo expresara el poeta rural Ruggero Ronconi, en la asamblea de Gualeguaychú. Asamblea casi de carácter felliniano con Vilma Ripoll aplaudiendo a la SRA y CRA, a la espera de la reforma agraria, y donde de golpe, la palabra federalismo cambió claramente de carácter y contenido, para espanto de Artigas o Dorrego seguramente. En dicha asamblea se llegó al extremo de que un grupo clamara por "la reforma agraria" mientras hablaba Eduardo Buzzi flanqueado por Miguens y Llambías. Federico Fellini se relamía en su tumba. Ese sentido de descalificar a las retenciones como "una injusta exacción al campo" y no como una medida de carácter aduanero y redistributivo mejorable o modificable, pero de claro carácter nacional y social, fue el sentido que intentaron sumarle al lock-out los medios de comunicación en manos del poder económico. Así se alinearon detrás de la consigna altamente reaccionaria de "!fuera las retenciones!", negando al Estado la posibilidad de intervenir en el "sacrosanto" mercado. Y así lo expresaron los caceroleros de teflón, que invadieron vergonzosamente –sus ollas están llenas en un país donde muchos pasan hambre- algunas calles porteñas y de otras ciudades, reclamando por ejemplo la "libertad" de los genocidas presos. Genocidas que, bueno es recordarlo, están en su mayoría vinculados a la gran propiedad de la tierra y algunos a familias conspicuas de la oligarquía como Menéndez o Harguindeguy. Tal vez para entender más sobre la rebelión de los chacrers, baste recordar que el presidente de la Sociedad Rural de Corrientes, Juan Demarchi, integraba los grupos de tareas de la dictadura y está procesado por crímenes en el actual juicio contra los genocidas en Corrientes. Juicio que ha disparado las protestas de los genocidas del Litoral(5), muchos de ellos sumados a la protesta "del campo". Es bueno recordar que la actual etapa histórico-política, fue abierta por la rebelión del 2001, que demolió el régimen de la convertibilidad, el reino sacrosanto del "mercado absoluto", liquidó el Pacto de Olivos y por ende el acuerdo sobre la impunidad que pergeñaron Alfonsín y el innombrable. En esa ocasión nuestro pueblo al costo de 45 muertos, no sólo recuperó su dignidad mancillada por tantas traiciones y dolores, sino que hizo algo más: devolvió la "intervención del Estado" sobre "el campo", eliminada de cuajo por Martínez de Hoz y Cavallo. Que el gobierno cristinista no haya cedido en su Semana Santa ante la presión oligárquica, ni haya reprimido no sólo es un mérito del gobierno, sino que se inscribe en el nuevo tiempo que transitamos. Pero también nos muestra cuan difícil será tocar los intereses del privilegio en nuestro país sin contar con una clara fuerza transformadora organizada a nivel nacional que pueda disciplinar lo indisciplinable y sin una decisión clara de avanzar en un camino de liberación nacional y social que no parece ser el programa de fondo del gobierno.



Entender bien a Kirchner para no comprarse un golpe de la SRA y CRA.

Fue Duhalde, en 2002, quien reintrodujo las retenciones para paliar la descomunal miseria y pobreza que produjo la desindustrialización forzada de la nación y la entrega descarada de sus riquezas. Kirchner salió del modelo de la financierización del menemato, profundizando la línea de un capitalismo nacional liberal-keynessiano , sosteniendo la matriz neocolonial y la estructura básica del modelo agro-minero- exportador, pero creando lo que hoy se conoce como un "capitalismo de amigos", como sucedáneo mafioso de una burguesía nacional inexistente. En su esquema, Kirchner, aumentó notablemente la intervención estatal en la economía -y por ende en el ámbito rural-, pero lo hizo favoreciendo la concentración de la tierra, la sojización desenfrenada y sin afectar en lo más mínimo a las multinacionales granarias que se apropian de algo más de un tercio de la renta agraria. Pero también alentó, y comenzó a proteger, áreas devastadas como la ganadería, la ovinocultura, la avicultura y la lechería, aunque de manera insuficiente y sin poder escapar a la matriz mafiosa característica de la burguesía post dictadura y menemato. Pero, y allí está el odio oligárquico y mediático –que son sus voceros-, mantuvo y profundizó las retenciones, devolvió un lugar al mercado interno, recuperó parte de la producción industrial, reabrió el debate salarial, modificando la distribución de la riqueza, y lo que es más insoportable para el poder oligárquico abrió –o permitió que se abriera- el debate sobre el tema. ¿Alguien se acordó que existían las paritarias entre 1976 y 2001? Aumentando el odio oligárquico Kirchner hizo varias cosas más. Rompió las "relaciones carnales" con el imperio, le dijo "no al ALCA" en Mar del Plata en la cara de Bush en nombre del bloque sudamericano. Mantuvo una correcta política de derechos humanos, de juzgamiento del pasado y de cese de la impunidad, y se alineó diabólicamente con el monstruo bolivariano, el comandante Hugo Chávez Frías. Y todo esto es absolutamente intolerable para la vieja y eterna oligarquía. No es casual que terminada la crisis agraria, el ex senador Eduardo Duhalde, fuera de visita a la Colombia bushiana, tratando de rescatar del ostracismo a Uribe, en una provocación a todos los nuevos gobiernos del continente. Pero también dando una señal para el poder económico, diciendo "yo puedo disciplinar esta situación, tener algo de mercado interno pero no mucho, olvidar los juicios por el Terrorismo de Estado, quedarnos en el Mercosur pero alejándonos de Chávez y por qué no, firmar un TLC con los EEUU". Todo un mensaje de quien llegó a la presidencia, después de una "pueblada" armada por Barrionuevo, Crónica TV, el grupo Clarín –a quien Duhalde le licuó una deuda de 3.000 millones de dólares- y las patotas duhaldistas, que voltearon a Rodríguez Sáa que se "había ido de libreto". Desde 2002 la SRA y CRA tienen la sangre en el ojo con el tema retenciones y la intervención del Estado para favorecer el consumo interno, afectando cuotas de exportación, niveles de matanza, e impidiendo que los precios internacionales se expresen en su totalidad en el mercado interno. Pese a que el gobierno ni se le ocurrió ir más a fondo, restaurando la Junta Nacional de Granos y de Carnes, recuperando el monopolio del comercio exterior, la oligarquía se puso en pie de guerra contra las retenciones, aprovechando el error cristinista de no separar a pequeños y medianos propietarios de los grandes. El gobierno tampoco ha avanzado hasta ahora en como salir de la sojización, para lo cual hay que generar un Plan Nacional Agropecuario que permita repoblar el campo, reconstruir la agricultura familiar, distribuir y nacionalizar tierras extranjerizadas y concentradas. Esto permitiría recuperar nuestra soberanía alimentaria perdida, volviendo a producir alimentos en lugar de forraje baratos para China, la India y la UE Sin embargo, las referidas políticas del gobierno, sumadas a las de género, las de educación sexual, de tolerancia con las minorías o el rescate de los pueblos originarios, son cultural y políticamente intolerables para ese consorcio, que históricamente conformaron los terratenientes, la jerarquía católica y las fuerzas armadas. A esto hay que agregar que cualquier política de crecimiento económico, molesta al sector terrateniente, por la redistribució n que obligatoriamente implica. Allí radica de alguna manera el eje de la escisión argentina que atraviesa nuestra historia desde el Plan de Moreno hasta hoy, y que en estos días ha resurgido con inusitada violencia: Un país para pocos o un país para muchos, un país de muchos o un país de pocos. Siempre la SRA y CRA pensaron en un modelo de país muy pocos, con muy pocos habitantes como señala la cita jauretchiana que abre este trabajo y los propios anales de la SRA. Y ese modelo para pocos que la sojización -como contrapartida de la desindustrialización y la destrucción ferroviaria-, estaba realizando por sí sola, estalló por el aire con la imposición de retenciones diferenciales y móviles, la crítica al "yuyo" oleaginoso y la apuesta de alguna manera, al mercado interno. Hasta ahora, nadie se había metido con la sojización. Ella había creado una nueva burguesía agraria, un nuevo tipo de cahacarero: el Chacrer de Huergo, Grobokopatel, Ordoñez y Vilella. Es decir "una mezcla de chacarero y farmer", claro que sin la reforma agraria primigenia de los EEUU, vigente hasta la llegada de Ronald Reagan a la Casa Blanca. Sombrero texano, botas de igual origen, escopeta en la 4x4, celular en ristre y un profundo desprecio por el trabajo ajeno –la sojización no crea trabajo lo destruye, creando mendigos rurales-, la tierra ajena, sobre todo si pertenece "a esos negros indolentes" que están allí desde siempre, los derechos humanos, los derechos sociales, las prevenciones ecológicas y ambientales ("cosas de Europa"), todo unido a la obtención de rápidas y altísimas ganancias en el menor tiempo y sin tener en cuenta qué se produce, ni cómo. Cabe aclarar para entender la nueva mentalidad de un chacarero de la cuenca sojera que un productor con 300-400 has que arrienda su campo para hacer soja-RR, recibe como pago 20 quintales por ha, solo por el arriendo sin invertir un peso. A 450-600 USS la Tn de soja, obtiene hasta un máximo de 360.000-480. 00 USS por el cultivo de la soja, quedando disponible la posibilidad de hacer trigo por la propia o nuevamente por arriendo. Saque el lector sus cuentas sobre el ingreso de este humilde chacarero o chacrer, alzado contra la retenciones y el gobierno de Crsitina, obtenidas sin esfuerzo y sin trabajo alguno. El chacrer fue el hijo agrario del menemismo y de la sojización que lo prohijó, de allí su incapacidad para entender que existe un Estado nacional y una política nacional para todos los argentinos y no sólo para los apenas 330.000 productores agropecuarios que proyectados a una familia tipo constituyen apenas 1.320.000 compatriotas. No sumamos a los trabajadores rurales pues es muy poco lo que ellos reciben de la sojización.



Un momento de extrema gravedad para el campo popular..

Como muy bien señalaron algunos, el gobierno debió enfrentar al monstruo sojero (el frankestein, lo llamó acertadamente Norma Giarracca) que él mismo alimentó y pergeñó. En un atisbo de maldad podríamos sugerirle al gobierno que consulte con Grobokopatel y Urquía, sobre como resolver la crisis, ya que hasta el 11 de marzo fueron sus principales aliados en el tema agrario. El gobierno de Kirchner recibió con anticipación a su asunción en mayo de 2003, una serie de propuestas que incluían la creación de una Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Producción Agrícola o de la Economía Familiar, junto con un diagnóstico preciso del carácter de la sojización, así como sobre sus efectos mediatos y futuros. Esa propuesta fue elevada por varios referentes ambientales y agronómicos, entre los que se encontraba quien esto escribe. El gobierno usó dichos papeles –suponemos- para fines de reciclaje, e ignoró las advertencias. Hoy se enfrenta tarde y con mucho daño ya producido, al monstruo que prohijó. Pero hay algo más grave aun. En la protesta "del campo" los pequeños y medianos propietarios y arrendatarios (aun cuando De Ángeli arrienda más de 800 hectáreas, lo que no es pequeño ni mediano en la región pampeana) tomaron abiertamente la defensa de sus victimarios, es decir de los oligarcas de siempre, hoy transformados en agentes directos y decisivos de la sojización. Esta conducta que se repite de una manera diabólica y trágica, en tanto los oprimidos toman el programa de sus explotadores y opresores, repitiendo la conducta de los pobres y sumergidos urbanos que votaron masivamente a Macri, es decir a su principal enemigo. Esta trágica conducta nos habla de un brutal retroceso cultural en nuestra sociedad. Es necesario recabar en dos hechos principales de la destrucción de la histórica conciencia colectiva del pueblo argentino, la que nos viene de nuestros pueblos originarios, de nuestros esclavos africanos, quienes por igual nos regaron con su sangre, pero también de los gringos que hoy cortan las rutas y se enorgullecen como Buzzi de poder "desabastecer a las grandes ciudades", y que, aportaron a ese sentido colectivo su experiencia de lucha social de la Europa posterior a la derrota de 1815 y las revoluciones de 1848 y 1871. Tal es así que el movimiento agrario argentino nace de los gringos que se expresaron en el Grito de Alcorta luego que los montoneros, los gauchos y los indios fueran exterminados, "pacificados" y privados de la tenencia de la tierra por Mitre, Sarmiento, Avellaneda y Roca. En 1912 los gringos toman de alguna manera la posta dejada por las insurrecciones federales dando origen al movimiento agrario y al naciente movimiento sindical, en alianza con los criollos. Sin embargo hoy –también lo hicieron en 1930, 1955 y 1976- parte de los descendientes de esos gringos, se unen a sus opresores y expropiadores para luchar contra el gobierno central ante una medida, que de alguna manera permite una mejor distribución de la renta agraria en beneficio nacional. Esta situación de brutal retroceso cultural, parece preceder incluso, el tiempo político de la parábola de la Caverna de Platón, y nos retrotrae trágicamente a una versión espantosa de la dialéctica del amo y del esclavo. La cual parece funcionar diabólicamente cabalgando sobre la destrucción del movimiento sindical histórico del pueblo argentino, en particular el ferroviario –que influía directamente sobre el campo. Llevaba la ciudad al campo, es decir la clase obrera a los chacareros, de allí que fuera destruido con denuedo. Lo mismo puede decirse del petrolero, minero, siderúrgico y mecánico ya que estas actividades –en particular los FFCC- enlazaban estructuralmente a las provincias con la nación. En el mismo sentido influyen la desindustrialización que golpeó muy fuerte al interior, dejando absolutamente desprotegidos –sin aliados en los pueblos donde viven- a los trabajadores del campo que hoy están a merced de los patronos como no ocurría desde hace muchos años. También la desaparición del servicio militar en la nación, ayuda a fragmentar y feudalizar al país, promoviendo un aislamiento provincial, potenciado por las nuevas tecnologías de comunicación que exacerban el individualismo, el autismo y la irracionalidad. A esto debe sumarse el enorme poder de las multinacionales que hoy operan directamente sobre los gobiernos provinciales, cuestión no existente hasta la infame Constitución de 1994. Esta destrucción de la industria y el sindicato que conlleva, influye en el alto grado de desculturizació n que se percibe en algunos sectores de la ciudadanía, remachada con el brutal control ideológico cultural y semiológico que efectúan los medios masivos de comunicación en manos de las multinacionales. Será imposible construir una sociedad verdaderamente democrática en la Argentina sin afectar los intereses del privilegio comenzando por el cambio del antidemocrático sistema impositivo dejado por la dupla Martínez de Hoz-Cavallo, es decir la dictadura y su continuación, el menemato. Pero también será imposible poder tomar medidas que afecten los intereses del núcleo oligárquico-mafioso- imperialista que controla la economía argentina, sin democratizar drásticamente el sistema de medios de comunicación en manos del enemigo imperial. ¿Alguien nos puede explicar por qué pese a ser la Argentina uno de sus fundadores, Telesur no se ve como un medio público de aire en todo el país? Lo mismo podemos preguntar respecto del canal cultural Encuentro. Alguien puede explicar porque no se creó un multimedio del Estado, y no se modificó la ley de radiodifusión de la dictadura que permite los monopolios de la información y la formación. Peor aun, fue el presidente Kirchner, quien renovó las licencias de varios de ellos cuando las elecciones de 2005. Es difícil creer que se quiere cambiar algo cuando se dejan las armas fundamentales en manos del enemigo de siempre. Enemigo que no dudará como lo muestra Macri y como lo mostraron el reciente lock-out agrario y los incendios de pastizales, en destruir al pueblo. Como siempre lo hizo por cierto....



Los "chacrers" de Huergo, Grobokopatel y Vilella quieren que vuelva Videla.

El "paro del campo" fue acompañado por cacerolazos de la "gente de bien" y paqueta de Belgrano, Barrio Norte y Palermo en Buenos Aires y de similar pedigree en otras ciudades del país, "de manera absolutamente casual y espontánea". Gente paqueta que incluso se atrevió a ocupar parte de la Plaza de Mayo exigiendo la "renuncia" de Cristina ("si quiere renunciar que renuncie" dijo la increíble Carrió). No fueron a manifestarse lo cual es absolutamente legítimo, sino, como señalaban los medios privados que una vez más transmitieron en cadena al igual que cuando las marchas del "ingeniero" Blumberg, a "ocupar la calle con cacerolazos hasta que caiga el gobierno". Lo mismo señalaban masivas cadenas de mails y de teléfonos celulares. Claro rápidamente –mostrando que algo se aprendió de las caídas de Illia e Isabel- fueron echados por las hordas bárbaras del terrible montonero de los llanos matanceros Luis D" Elía, acompañado en su exaltada barbarie por quien esto escribe junto a otros militantes de todas las vertientes del campo popular que entendimos claramente de qué se trataba el "espontáneo" cacerolazo paquete y el piquete de las 4x4. Quienes reclamaban la libertad de los genocidas presos, "el cese de la persecución a las fuerzas armadas", "el fin del gobierno montonero y terrorista", la expulsión de los ámbitos oficiales de Hebe de Bonafini y las Abuelas, y la sempiterna "mano dura para los delincuentes". Pero no para los que cortan totalmente las rutas y desabastecen al pueblo, sino para los que roban comida... Sorprendentemente y seguramente sin ninguna relación causal, el inicio del "paro del campo", coincidió con la reunión de la ultraderecha mundial en Rosario, que incluía a luminarias del nivel de Aznar, Vargas Llosa, Fox, Neustdat y Roger Noriega junto a otros saurios de similar notoriedad. La presencia de Noriega, el hombre de los trabajos sucios de la CIA en el continente, y principal responsable del golpe de Estado contra Hugo Chávez en el 2005, seguramente tampoco tuvo ninguna influencia en el desarrollo del lock-out patronal de Semana Santa de la "gente del campo". El hecho de que el paro agrario desabasteciera a todas las ciudades argentinas, incluidas Buenos Aires y el conurbano, donde habitan más de 15 millones de argentinos, provocando un alza generalizada de precios de los alimentos, generando un fuerte malestar -como es lógico- contra el gobierno, seguramente también fue un hecho casual no planificado. El lock out también impidió que el gobierno nacional llevara adelante el acuerdo recientemente firmado con la república Bolivariana de Venezuela para proveerle alimentos a cambio de energía, para resolver el desabastecimiento que casualmente están llevando adelante las fuerzas reaccionarias de allí contra el gobierno de Hugo Chávez. Este hecho seguramente tampoco tuvo nada que ver en el "paro del campo". Es decir el "inocente y sectorial" "paro del campo" había logrado desabastecer a la población argentina y a nuestros hermanos de Venezuela. Pero queremos tranquilizar al ocasional lector: la CIA no tuvo nada que ver en el lock-out patronal, esas son alucinaciones de aquellos que tenemos una mirada conspirativa de la historia. Quien esto escribe se sorprendió por el hecho de que durante el referéndum de diciembre en Venezuela, los curas de las provincias de Santa Fe y Córdoba clamaran en sus sermones a favor de la derrota del "terrible tirano" caraqueño. Pasado el lock-out queda más claro a que jugaban los frailes. Los que parece que no pensaban otra cosa, eran los inocentes caceroleros y tefloneros que se manifestaron el 25 de marzo (vaya fecha) en Buenos Aires. Algunas señoras paquetas cuyas palabras eran emitidas en directo por la CNN, C5N, América TV, Crónica TV y TN decían: "yo no quiero que mi país sea como Venezuela o Cuba", o "yo no quiero vivir como en Venezuela". Extraña posición si las hubiera en la Argentina, una encuesta de abril de 2007 mostraba que Hugo Chávez tenía en nuestro país, una imagen de aprobación cercana al 80%. Es más un 75 % de argentinos lo hubiera votado a Presidente de haber podido Pero claro siempre hay excepciones, sobre todo si Roger Noriega y Aznar están tan cerca. Y esos jóvenes, que el amigo de Angeli decía que "eran los hijos de los chacareros", se concentraron en la Plaza de la República al lado del obelisco, junto a otros "desorientados" militantes del MST, del PO, del PTS, del MAS y del Partido de las Asambleas, -todos partidos masivamente votados en las últimas elecciones nacionales, como puede comprobarse revisando los resultados de octubre de 2007. ¿Y qué cantaban esos jóvenes bian, que usaban boinas, botas de polo y otros utensilios extraños a las marchas por las calles de Buenos Aires? "Se va a acabar, se va acabar, la dictadura de votar". Toda una definición democrática de los muchachos "del campo" de los hijos de los "chacareros". Hubo una más, un grupito despegado de los caceroleros de teflón, estampó en un muro de Diagonal Norte, "Cristina hija de puta. Videla Volvé." Claro algo había ocurrido con nuestros "chacareros". Como muy bien nos explicó durante los últimos doce años desde las páginas de Clarín Rural, el Ingeniero Héctor Huergo. Los chacareros no son más chacareros, ahora son "Chacrers". Lo mismo se dedicaron a enseñar en las contaminadas, silenciadas y empobrecidas cátedras de la FAUBA (y en la mayoría de las facultades de Agronomía de todo el país con honrosas excepciones) Fernando Vilella, Héctor Ordóñez y Gustavo Grobokopatel, amén de muchos otros científicos defensores a ultranza de la sojización y la transgenia sin principio precautorio, ni estudios serios sobre sus efectos sobre nuestro ecosistema. Alguna vez deberán ir a la justicia a explicar como los científicos de las ciencias Agronómicas fueron cómplices de tamaño disparate anticientífico como lo es la sojización, provocando la contaminación masiva de la región pampeana, la devastación ambiental de la misma, el desmonte de millones de hectáreas de monte nativo y la próxima muerte por cáncer de cientos de miles de argentinos y argentinas. Pero claro, para esa época ya estarán muy llenos de plata o muertos por los agrotóxicos de la soja. Siendo así, podría pensarse que tal vez el problema con los chacareros devenidos en chacrers, que siembran pasto-soja, creyendo que hacen agricultura, envenenan con agrotóxicos los suelos, las aguas, los ríos, las lagunas, el aire y los alimentos, creyendo que producen alimentos, que "sirven a la Patria" desde muy temprano, y además desean que "vuelva Videla", es que claro, con la cuestión del chacrer piensan en inglés, pero no saben hablar inglés. Cobran en castellano pero ellos quieren cobrar en inglés, de allí tal vez la confusión....



Del Grito de Alcorta a los "chacrers" y las 4x4 de la sojización fulgurante.

En medio de la crisis De Ángeli exclamó "si nos son dan lo que pedimos vamos a provocar el caos, vamos a incendiar el país", agregando más tarde "vamos a resistir con escopetas y carabinas si nos quieren desalojar de las rutas". El "caos" es el hambre masivo del pueblo y el desperdicio de millones de toneladas de alimentos echados a las zanjas o las rutas. Toda una definición de dirigentes rurales del campo popular. Por mucho menos los piquetes de los desocupados fueron demonizados por los medios de comunicación y la SRA-CRA pedían la intervención del ejército. Cabe aclarar que cuando Perón aprobó la Ley de arrendamientos rurales y la ley del Peón de Campo, la respuesta fue similar, amén de tildarlo "tirano, expropiador, confiscador y comunista". Los insultos a Evita pasaron de "puta" a "viva el cáncer" estampado en las paredes del hospital Rivadavia. Toda una definición de esta clase que se caracterizó por el latrocinio a la nación y la superexplotación de los trabajadores rurales. Cabe recordar que hasta 1916 –asunción de don Hipólito Yrigoyen- los estancieros tenían cepos en sus estancias y azotaban a los peones según había reimpuesto Don Juan Manuel, "restaurando" las leyes que la Revolución de Mayo había abolido. Hasta 1946, la oligarquía pagaba en vales o no pagaba nada a los peones, y si pegaba, usando todas las formas del trabajo esclavo que españoles y portugueses introdujeron en América. Cuando Perón los enfrentó apelaron al desabastecimiento, en 1948 Perón contaba con el ejército y pudo aplastarlos fácilmente. En 1951 insistieron y apelaron al golpe de Menéndez. En 1953 volvieron a atacar y el desabastecimiento fue fuerte. En 1955 apelaron a sus dos aliados principales la Iglesia y el Ejército y Perón cayó. Junto con él se fueron los derechos de los peones y los arrendamientos baratos. En 1964 Illia quiso prorrogar los arrendamientos baratos de Perón y lo echaron con la policía. En 1966 el dictador Onganía les aplicó retenciones, pero como era un gobierno de ellos no dijeron nada. Por otra parte Onganía había aprobado la "ley" Raggio, desalojando a miles de chacareros, por lo que los terratenientes recuperaron las tierras que Perón había permitido quedaran en manos de los arrendatarios. En 1973 Gelbard intentó ponerlos en caja mediante la Ley Agraria del Ing. Horacio Giberti. Los gritos de la oligarquía aun se están escuchando. Las entidades rurales y empresariales nucleadas en APEGE, realizaron tres paros agrarios-empresaria les, desataron un fuerte desabastecimiento de alimentos y finalmente le dieron el golpe de gracia al nefasto gobierno de Isabel, apenas unos meses antes de la realización de las elecciones de octubre de 1976. Mientras tanto Álvaro Alsogaray señalaba impune, "que estaba bien que los productores contrabandearan su producción al Paraguay o al Brasil ya que aquí se le pagaba muy poco". Este lock-out fue preparado en silencio durante un largo período, que es como actúan los terratenientes desde siempre, dado que se saben minoría. Era común escuchar a los "hombres de campo" decir que había que voltear a Kirchner porque "volvía el dirigismo peronista" y porque "era un subversivo, un terrorista". Fue el matarife Samid quien denunció que los "terratenientes hace por los menos tres años quieren acabar con Kirchner". Haber acentuado las retenciones, poner cupos a la exportación de carnes, priorizar el mercado interno por sobre el externo para el trigo, el maíz, la carne, la leche y los productos del campo en general es un delito que la oligarquía no perdona. A esto se sumó la transformació n realmente perversa que produjo la sojización sobre los chacareros devenidos en chacrers. De allí que cuando por primera vez el gobierno impuso retenciones diferenciales, -tal como reclamáramos desde hace más de cinco años, y como propusiera la inefable Dra. Elisa Carrió entre el 2001 y el 2005-, atacando la sojización, entonces los chacrers y los terratenientes atacaron. Toda la concepción del "campo" como el gran ganador de la derrota popular de 1976-1989 se les hacía arena entre los dedos.



Modelo de factoría o modelo de nación autosuficiente



Salir de la sojización es volver a pensar en un país con mercado interno, tener que producir alimentos para el mercado interno, y eso implica tener gente que pueda comprar y por ende gane sueldos adecuados. Producir para el mercado mundial tiene el beneficio de no depender de lo que gane la "gente" de aquí. Allí radica la diferencia entre un modelo de desarrollo nacional y un modelo de factoría. La diferencia entre lo que se llama un modelo de desarrollo hacia adentro y un modelo de desarrollo hacia afuera. No es casual que el conflicto estallara cuando se tocó la soja. Producir "pasto-soja" es el lugar que la globalización multinacional otorgó al capitalismo post industrial argentino luego de las derrotas de 1976 y 1989. Cualquier otro modelo que se aparte de ella, obliga a pensar en mercado interno y en políticas más o menos industriales. La oligarquía no quiere ni oír hablar de reindustrializació n dado el alto grado de "indisciplina" que los trabajadores argentinos han mostrado a lo largo de su historia. El retorno masivo de las paritarias y del debate por el salario ha enloquecido a la vieja oligarquía y a vastos sectores de la burguesía que saben perfectamente a donde lleva eso: al 17 de octubre o al Cordobazo. Con o sin estallido pero con similar repartición del ingreso. De allí que desde 2007, el poder económico no aceptó una sola modificación en los niveles de distribución y toda conquista salarial o crediticia fue inmediatamente borrada por los aumentos de precios. De allñí el odio al "desprolijo" Moreno. Por último la crisis ha dejado una posibilidad: por primera vez desde 1974 se puede volver a discutir el tema del campo y de la tierra, en particular su tenencia. Está claro que sólo con retenciones no se resuelve tamaño conflicto ni tamaña depredación efectuada desde 1989 y en particular por la sojización. Se hace necesario aprovechar la crisis para reformular un nuevo proyecto agrario que incorpore en primer lugar la recuperación de cientos de miles de productores que repueblen la nación, dar tierra a quienes la quieran trabajar con todos lo recursos para explotarla racional y sustentablemente Se necesitan susidios para los pequeños productores y para alentar producciones que no son "rentables" en términos de "mercado". Se debe recuperar el rol del INTA, de las Facultades de Agronomía y escuelas técnicas agropecuarias hoy prostituidas por la sojización y los subsidios de las multinacionales. Se debe recuperar un pensamiento nacional agropecuario, dejando de producir empleados para las multinacionales y los pools sojeros, repetidores sin pensamiento propio. Es necesario bajar los costos de la tierra, reformulando todo el sistema impositivo, nacionalizar el comercio exterior de granos recuperando una suma enorme de divisas que se podrán usar para el desarrollo nacional. Hay que salir progresivamente de la sojización volviendo a producir alimentos, abandonando el uso masivo de agrotóxicos, avanzado por la línea de la agro-ecología y la agricultura familiar. Es necesario depurar amplias áreas contaminadas por transgenes y agrotóxicos y reforestar millones de hectáreas devastadas por la sojización y las políticas antiforestales de siempre. Debemos recuperar especies forestales como el Quebracho colorado y demás integrantes de los montes chaqueño, salteño y de la selva misionera, hoy desaparecidos. No hace falta mucho, basta con comenzar a reforestar las orillas de los campos y las rutas de manera obligatoria. Hay que proteger y potenciar las economías regionales, reindustrializando el interior, llevando de vuelta el FFCC a las provincias y a los pueblos, dejando de lado el absurdo e irritativo proyecto del "Tren Bala". Sólo algunas medidas entre un sinnúmero que la crisis ha permitido poner en debate. Pero primero hay que parar el golpe oligárquico. Con astucia y fuerza tal vez el paro oligárquico se transforme en el boomerang que significó para Carlos III el apoyo a la revolución norteamericana. Sino Videla siempre está.



Doña Cacerolina Lagañín

encumbrada en el trono de su plata,

estuvo a punto de llorar por fin,

y casi a punto de estirar la pata,

al saber que es posible gobernar

a Chile por el pueblo popular.

Para Cacerolina un maremoto

no le daría tanto descontento.

Esto de ver por todas partes rotos

le causaba un horrible sufrimiento:

"Aquel siútico es más que suficiente."

"Después de todo el es nuestro sirviente

y al prócer Viaux salvó con su dulzura".

"El servirá de cepillo de dientes

lo echaremos después a la basura"

Ahora lo importante es lo que pasa,

dijo Cacerolina Lagañín

y armada de un sartén salió de casa,

dispuesta a convertirlo en un violín

para pelear "contra rotos groseros

que son en Chile rotos Extranjeros".

Doña Cacerolina, bien nutrida,

tuvo un pequeño asomo de desmayo

cuando encontró en la calle sólo viejas.

que como ella sonaban sus sartenes.

Luego entre mil suspiros y sostenes

volvió a su poderío y a su jardín

doña cacerolina Lagañín

dejó a cursis democratacrististas

peleando contra rotos comunistas

luego bailando el Vals Sobre las Olas

volvió a Las Condes con placer sincero

porque a la vuelta de las cacerolas,

pasó a los brazos de su jardinero

gastando bien su tiempo y su dinero. Pablo Neruda.(11)



1.-Tomado de Algunos comentarios sobre el lock out agrario y la dinámica de la situación, por Ricardo Aronskind, Economista, Sociología UBA. Enviado el 1-4-08 por prisocio@mail. fsoc.uba. ar

2.- Jauretche Arturo, Escritos Inéditos. O.C. Vol 6. Corregidor. BsAs. 2002

3.- Andersen Martin, Dossier Secreto, Planeta 1999, BsAs.

4.- Conferencia del Ing. Agr. Horacio Giberti Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, 8-4-08

5.- Verbitzky Horacio pagina 12, 13-4-08

6.- Juan José Hernández Arregui Cultura y Nación

7.- Crítica de la Argentina, Investigación publicada el 18-3-08

8.- Pengue Walter, Agricultura Industrial y Transnacionalizació n en América Latina. Red de Formación Ambiental. México 2005

9.- Para mayor información sobre esta política, ver




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TIERRA Y TRABAJO

26 Apr 2008 Autor: Página 12
Por Osvaldo Bayer- Si Marotta hoy viviera hubiera visto que la Federación Agraria hizo todo lo contrario a lo que él les proponía. Se alió con la Sociedad Rural, es decir, con los dueños de la tierra en el reciente lockout patronal del presente argentino.

¿Son las fantasías que tiene la realidad o es que a la historia hay que mirarla con ironía? Por ejemplo, esa Italia que fue capaz de enviarnos, hace más de un siglo, pensadores tan profundos como Malatesta y Pietro Gori, que nos hablaban que ya ahí, a la puerta, estaba esperándonos el socialismo en libertad por la decisión de todos; o ese Antonio Gramsci, muerto en la cárcel, convencido de que el marxismo era una unidad de teoría y práctica y arma definitiva del proceder revolucionario del movimiento obrero, sí, esa misma Italia acaba de elegir entusiasmada a Berlusconi. Berlusco.



Esto me hizo acordar, cuando triunfó Macri, que 102 años antes, en 1904, el barrio de La Boca había elegido al primer diputado socialista de América, nada menos que a Alfredo L. Palacios. Y justo ese mismo año, el 1º de mayo de 1904, los anarquistas reunieron allí setenta mil obreros para conmemorar el Día de los Trabajadores. Hoy, La Boca reúne ese número de gente cuando Boca Juniors juega con River Plate. Sí, setenta mil obreros en 1904, pese a la represión de Julio Argentino Roca, a palo limpio y disparos de Remington, que ocasionaron la muerte del primer héroe obrero del 1º de mayo argentino: Juan Ocampo, marinero, de apenas 18 años. A Juan Ocampo no lo recuerda ni una piedra en ningún rincón argentino, pero Roca tiene 36 monumentos argentinos. Y Macri acaba de levantar la figura de ese Roca, genocida de los pueblos originarios, en un discurso muy aplaudido.



De todas estas galas floridas y tornasoladas de la historia humana extraemos una que tiene que ver con la actualidad argentina. Se refiere a la Federación Agraria Argentina. Dos momentos. Primero, 1912, el grito de Alcorta. Cansados hasta el hartazgo de la explotación a que eran sometidos los chacareros por los terratenientes y los intermediarios, aquéllos se levantan y dicen basta. Emplean la misma arma que los obreros industriales, del transporte y todos los trabajadores dependientes: la huelga. Por supuesto que la prensa de entonces y de siempre califica a esta lucha como "una agitación artificial provocada por elementos extraños". Los chacareros debían entregar al terrateniente treinta o cuarenta por ciento de sus productos y alquilar para las trillas sólo las máquinas de los señores de la tierra. Además, debían venderle su trabajo al precio que le fijaran ellos.



Cuando se inicia su huelga, los chacareros invitan a los sindicatos obreros a una reunión y la central obrera designa al gráfico –legendario dirigente– Sebastián Marotta para representarla. Allí Marotta le dice a los chacareros que deben salir de la situación en que se encuentran: es decir, que ellos, los colonos, no son ni "asalariados ni capitalistas" y los aconseja pasar a ser asalariados netos, obligando así a los patronos a "administrar sus tierras con el fin de que cargaran con todas las peripecias de las malas cosechas". Tiempo después, Marotta escribiría: "Pensaba ilusoriamente que debía convencerse a los colonos, por vía de la propaganda, que una vez convertidos en asalariados, su lucha, desde el punto de vista de su nueva condición social, sí podía reportarles mejoras efectivas, tal como la rebaja de las horas de trabajo, preparándolos por la capacitación para su emancipación, expropiando de manos del capitalista la tierra y hacerla propiedad de todos".



Si Marotta hoy viviera hubiera visto que la Federación Agraria hizo todo lo contrario a lo que él les proponía. Se alió con la Sociedad Rural, es decir, con los dueños de la tierra en el reciente lockout patronal del presente argentino.



La tierra. Los argentinos cantamos desde hace 95 años el "ved en trono a la noble igualdad". Y los Martínez de Hoz, los Anchorena y los Luro siguen teniendo las pampas inmensas que les regaló Roca hace 130 años. Porque acaba de producirse el episodio de Tiófila Videla, puestera en el oeste pampeano, desde hace décadas y desde hace generaciones en ese lugar. Ella es criancera, en el idioma de esas llanuras. Bien, pero ahora se ha presentado el abogado Héctor de la Iglesia a reclamar su desalojo. Porque de pronto hay un dueño. Ante las protestas de Tiófila, el "comprensivo" abogado le dijo que la esperaría sesenta días y además movería sus "contactos" en la provincia para conseguirle una vivienda en otro lugar. Por el momento, la causa está parada, pero Malut, el Movimiento de Luchadores por la Tierra, va a seguir luchando para que se pare el desalojo de esa auténtica hija del campo. Porque más vale la vida y el trabajo que un papel fabricado en algún escalón burocrático. Malut ha señalado que apoyará siempre a los "pobladores ancestrales" y que los "puesteros son los legítimos pobladores de las tierras pampeanas". Pensar que hace un siglo y medio los anarquistas surcaron los caminos al grito de "Tierra y Libertad". Y hoy triunfan los burócratas por "contactos".



Sí, los jornaleros de los campos gritaban "Tierra y Libertad", y ese grito vale hoy para los seis campesinos paraguayos presos desde hace dos años en cárceles argentinas por el pedido de extradición del gobierno paraguayo. El pretexto de la Justicia argentina es que Paraguay es un "estado de derecho" y su pedido, por lo tanto, es legítimo. ¿Estado de derecho un gobierno que ha pisoteado siempre hasta los más mínimos derechos de defensa de los perseguidos políticos? Es como en tiempos de Isabel Perón, que se decía era un estado de derecho, con las Tres A. Ojalá muy pronto el nuevo presidente paraguayo Fernando Lugo, con su empuje hacia la verdadera democracia, solucione definitivamente este drama que la Justicia argentina no ha sido capaz de resolver.



El grito de "Tierra y Libertad" de los campos fue convertido en "Trabajo y Libertad" por los proletarios de las ciudades. Vayamos ahora a nuestras ciudades. En La Plata se ha producido el caso Mafissa. Los obreros de esa fábrica acaban de sufrir una represión brutal y absolutamente desmedida. Los conflictos del trabajo deben resolverse siempre en el diálogo entre partes y el Estado y la Justicia deben actuar como mediadores, pero mediadores que se preocupen principalmente por solucionar los problemas de trabajo de quienes tienen que alimentar a sus jóvenes familias. Esa debe ser la verdadera democracia. No, ante el despido repentino de personal, los obreros ocuparon la fábrica y la Justicia ordenó reprimir enviando 700 efectivos policiales –sí, tal cual, las filmaciones y fotos no nos dejan mentir–, con caballería, el grupo "Halcón", helicópteros, tropas de asalto y toda la parafernalia. Durante 25 minutos los uniformados dispararon balazos de goma y gases lacrimógenos. Desalojaron la fábrica y se llevaron a dieciocho defensores del derecho al trabajo. Los trataron bajo condiciones humillantes: fueron a parar a calabozos en las comisarías junto a presos comunes, estuvieron más de 12 horas esposados y los llevaron a lugares de detención a cien kilómetros de sus hogares. Algunos sufrieron magulladuras. La Justicia, por supuesto, les inició juicio a los que defendían el derecho al trabajo y no a quienes ejercieron el poder del que posee el dinero. Los 18 obreros están acusados de "coacción agravada, violación a la propiedad privada y portación de armas tumberas". Esto último es risible, porque se trató de juguetes y de una gomera que habían llevado los chicos, ya que durante la ocupación se hicieron muchas reuniones de familias enteras que acompañaron a sus padres obreros. Las familias de los despedidos no tienen ninguna entrada, de manera que han tenido que salir a trabajar las mujeres y los hijos adolescentes. Ellas se han unido y han hecho acampes frente a la casa de gobierno en La Plata. Una de ellas me dice: "Vamos a seguir luchando con nuestros maridos hasta que se haga justicia, no queremos que nuestros hijos tengan que ir a juntar cartones en este país lleno de riquezas".



Como ciudadano argentino pediría a los responsables del Gobierno y la Justicia que nombren a una comisión de neutrales para que analice esta situación de increíble injusticia, que se elabore un informe y que se trate de defender lo que más vale en una sociedad: el derecho al trabajo. Nada más. Y que los responsables vayan pensando en que la salida más democrática es propender a las cooperativas laborales y no a la dependencia de un dueño de todo, de la propiedad y las influencias. El caso Mafissa es típico de capitalismo medieval que hay que saber contener en una democracia.



Porque hablemos del dueño de ese establecimiento petroquímico que elabora fibras sintéticas. Una empresa que contamina el ambiente. Se puede ver en el número de obreros que padecen enfermedades típicas del trabajo insalubre, y también de los muertos como consecuencia de ese trabajo. Además, hay numerosos sordos, porque no se respetan los límites legales de decibeles de los ruidos de las máquinas. ¿Y los inspectores dónde están?



Pero vayamos al dueño, el señor Jorge Curi, propietario del establecimiento. Es autor del libro ¡¡Arriba Argentina!, que es un canto de adulación increíble hacia la dictadura militar, escrito en 1977. Basta leer este párrafo donde se expresa así sobre los desaparecidos: "A los argentinos nos consta que nuestro actual gobierno ha derrotado ampliamente a la subversión y ha obligado a muchos de sus componentes a emigrar a lejanos países donde, bien pertrechados de dinero, descansan y esperan...". En los archivos de Dipba han aparecido las actas donde esa empresa pide a la policía "la incorporación a la fábrica de tres hombres" (de los servicios) "a quienes se les abonará el salario correspondiente a fin de que se logre identificar al núcleo de personas disolventes". Así desaparecieron trece obreros de esa empresa. Realidades argentinas: hoy, los mismos dueños han recibido la ayuda de la Justicia y la policía para reprimir el legítimo pedido de las fuerzas representativas obreras.



Después de leer estos documentos salgo a caminar, veo nuestras calles con nostalgia y tristeza. Pienso: se acerca otro Primero de Mayo, Día de los Trabajadores... En 1904 iban cantando setenta mil proletarios, por esas mismas calles, aquel himno que los llenaba de futuro :

Ven. Oh mayo, te esperan las gentes,
Te saludan los trabajadores
Dulce pascua de los productores,
Ven y brille tu espléndido sol
De tiranos del ocio y el oro
Procuremos redimir al mundo
Y al unir nuestro esfuerzo profundo
Lograremos al cabo vencer.




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miércoles, 23 de abril de 2008

LAS VERDADERAS CUENTAS REGRESIVAS...

Muchos parecen disfrutar al ver cómo pasan los días y van preparando los globos para festejar el Día Nacional de la Amenaza...



Pero a mí me pareció mejor levantar un poco la mirada y ver la cantidad de días que nos faltan para otras cosas más importantes... Se acuerdan cuándo las maestras nos contaban aquellas acarameladas lecciones de Libertad e Independencia?, eran lecciones, pero no eran cuento.



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UN CLARIN MUY, PERO MUY DESAFINADO.

CLAUDIO DIAZ RENUNCIA A CLARIN DESPUES DE SUFRIR "APRIETES" DEL DIARIO POR SUS DECLARACIONES.
Autor de "Manual del Antiperonismo Ilustrado" Díaz renuncio hoy al diario Clarín por "aprietes" sufridos a raíz de sus declaraciones a la revista Veintitrés.

POR QUÉ RENUNCIE A CLARÍN.
Por Claudio Diaz

Este viernes será mi último día de trabajo en el querido Zonal Morón / Ituzaingó.
He tomado la decisión de renunciar al cargo de redactor que ejercía y, como es de rigor en estos casos, quiero despedirme de los amigos que gané durante mis siete años de permanencia en el diario y de los buenos compañeros con los que compartí muchas tardes entretenidas.
Pero no quiero irme sin antes explicarles, a ustedes y también a quienes ocupan los cargos jerárquicos de esta empresa, los motivos de mi retiro.
A fines de marzo la revista Veintitrés me pidió una opinión sobre el rol que cumplen los medios periodísticos y algunos intelectuales en la elaboración del discurso político actual.
Yo efectué una dura crítica a lo que se da en llamar el Grupo Clarín y acentúe, particularmente, lo que a mi criterio había sido una clara manipulación informativa durante la cobertura del conflicto Gobierno vs. Campo, tanto por parte del diario como de Canal 13 y TN.
En este caso no hice más que expresar, libremente, la vergüenza que me provocó -como periodista pero también como simple ciudadano- el ejercicio "periodístico" del Planeta Clarín y sus satélites.
La reacción por parte de la empresa, como es de suponer, fue inmediata.
Y hasta la consideré razonable.
Es mas: a uno de los colegas aludidos, Julio Blanck, le dí explicaciones acerca de por qué yo lo incluía en una lista de hombres de prensa que -desde mi punto de vista- sostienen un discurso progresista pero le terminan haciendo el juego al llamado establishment.
Hasta ahí todo bien.
Lo que siguió después es distinto.
Las autoridades editoriales (en este momento no se me ocurre otro término) le comunicaron a mis jefes que "de ahora en mas" dejara de escribir la pagina 3 del Zonal (que se supone es la mas "importante") y que me limitara a hacer -es textual- "notas blandas".
Una estupidez, realmente.
Pero pocas horas después se emitió otra orden: que no se me autorizara a tomar la totalidad de días de vacaciones adeudados, que había pedido para esta semana.
No dieron argumento alguno para justificar la negativa.
La verdad es que por ninguno de estos dos castigos tendría que haberme hecho mala sangre.
Sin embargo, dije basta y tomé la decisión de no seguir adelante con mi trabajo en el Zonal, harto del doble discurso de este diario, de su hipocresía, de pontificar en sus editoriales y notas de opinión una cosa para después hacer otra.
Es tanta la repugnancia que sentí por quienes posan como adalides de la libertad de expresión que me dije a mi mismo: hasta aquí llegué.
Quiero decir: hace mas de 20 años que ejerzo el oficio de periodista; conozco perfectamente los condicionamientos que nos ponen para atenuar o directamente diluir nuestra vocación de contar y decir las cosas como uno cree que son, aun a riesgo de equivocarse.
En fin, en casi todos lados he comprobado (eso tan viejo pero siempre vigente) que una cosa es la libertad de prensa y otra la libertad de empresa.
Pero lo que viví en Clarín en los últimos tiempos superó todo. Gracias a Dios, todavía tengo vergüenza!
Pero lo que ya no tengo es estómago para tragarme las cosas que hace este diario en nombre del periodismo.
A esta altura ya no puedo soportar tanto cinismo.
Como cuando desde un título o una nota se insiste en que no decrece el nivel del trabajo en negro y las condiciones laborales son cada vez mas precarias, siendo que en todas las redacciones del Grupo se emplea a pasantes a los que se los explota de manera desvergonzada, obligándolos a hacer tareas de redactor por la misma paga que recibe un cadete, sin obra social ni vacaciones.
Es el mismo cinismo de despotricar contra la desocupación al tiempo que se lanzan a la calle nuevos productos sin contratar a trabajadores, duplicando y hasta triplicando el horario de los que ya están dentro de la maquinaria.
Es el mismo cinismo de presionar a redactores para que se conviertan en editores, bajo la promesa (falsa) de que algún día se les reconocerá la diferencia salarial.
Si, como se sostiene el martes 15 en la cotidiana carta del editor al lector, "son los medios y los periodistas los que deben regularse y actuar con responsabilidad democrática", pues bien Sr. Kirschbaum, yo empiezo por esa tarea. Porque si Clarín tanto se rasga las vestiduras asegurando que respeta la libertad de expresión, ?por qué sanciona a un periodista que vierte, ejercitando esa libertad de pensamiento, una opinión?
Tengo otras cosas para decirle a usted y a quienes lo secundan (si es que a esta altura todavía están leyendo): la demonización que practica el diario a través de un "inocente" semáforo que cumple la misión de dividir al mundo en ángeles y demonios (según el interés ideológico o comercial del Grupo), ha llegado al nivel de un verdadero pasquín que nada tiene que envidiarle a las publicaciones partidarias.
Es peor todavía, porque éstas tienen la honestidad de reconocerse como expresiones de un partido político o de un espacio ideológico.
En cambio, Clarín se imprime bajo el infame rótulo de periodismo independiente
En pos de engrosar la cuenta bancaria se ha perdido todo decoro.
Da la sensación de que los que se llaman periodistas o columnistas ya ni sienten un mínimo de pudor por haberse convertido en contadores del negocio mediático, desvividos por saber cuanto dinero ingresa a las arcas; lo único que les falta es salir con el camión de Juncadella.
Digo esto porque ha sido patética, en la misma carta del editor del martes 15, la reacción editorial contra otros medios periodísticos competidores que estarían atreviéndose a morder un pedazo del queso que el Grupo quiere deglutirse, como de costumbre, solito y solo, calificando a aquellos de miserables, travestidos y miembros de una jauría.
Después cuestionan a D Elía o a Moyano por las palabras "ofensivas" que lanzan contra el periodismo independiente y democrático!
La mayoría de quienes me conocen saben de mi simpatía y hasta cierta militancia por el peronismo.
Pero también saben que no me une ningún tipo de relación con el gobierno, ni con su tan temido Observatorio de Medios, ni con los jóvenes de la Cámpora ni tampoco con sus "grupos de choque".
La aclaración vale para que estén tranquilos y no piensen que durante estos siete años fui un agente infiltrado en el Zonal Morón.
Simplemente amo el trabajo periodístico, tengo pensamiento propio (aunque, qué le vamos a hacer: no es el políticamente correcto) y un compromiso de honrar mi oficio.
A Ricardo Kirschbaum, a Ricardo Roa y a tantos otros que mandan les digo que estoy preparado para asumir lo que venga, porque no me extrañaría que las redacciones de otros medios empiecen a recibir llamados telefónicos pidiendo que se me prohíba trabajar de lo que soy.
Tan libre me siento, tan espiritualmente íntegro de poderles decir lo que les digo (aunque les resbale), que ya no me importa si la larga mano del Grupo le pone candado a mi futuro para no dejarme otra opción que trabajar como remisero o repositor de supermercado.
Me voy orgulloso de haber seguido aprendiendo lo que es vocación, oficio, dignidad y ejercicio responsable del buen periodismo.
Que me lo dieron los jefes de los zonales y un montón de amigos y compañeros a quienes no voy a nombrar para evitarles quedar marcados por mi cercanía afectiva.
Me voy avergonzado de la conducta de quienes deberían honrar el trabajo periodístico y no lo hacen.

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LIBERTAD DE PRENSA.

La SIP: Los amos de la prensa (en América Latina) / Ernesto Carmona

"La diseminación de noticias y opiniones se ha convertido en una rama de los grandes negocios y, como los demás grandes negocios, ha avanzado a la etapa oligopolista. Como tal, se ha convertido en el casi monopolio de un puñado de grandes empresas… Pero, la diseminación de noticias y opiniones no es un proceso productivo ordinario. Está íntimamente ligado a la existencia de la democracia efectiva… Existe un límite a la monopolización de la opinión que la democracia no puede rebasar y seguir siendo efectiva –y ésta será, por supuesto, la tendencia política a favor del gran capital–, entonces es casi imposible que el pueblo haga una elección racional. Estas cuestiones, y no tanto las formas constitucionales, serán las que realmente importen en las luchas políticas de la segunda mitad del siglo".
Esto fue publicado en 1954 por el socialista británico John Strachey, en su libro El capitalismo contemporáneo. Ha pasado más de medio siglo, pero su pensamiento sigue plenamente vigente hoy, cuando –parodiando al Manifiesto comunista de 1848 un nuevo fantasma recorre el mundo, y esta vez es el fantasma de la crisis final del capitalismo, la gran crisis terminal, global, mundial…

También precisamente hoy, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) es una organización de Estados Unidos que reúne a los grandes dueños de periódicos de ese país y de América Latina. En la práctica, la SIP opera como brazo periodístico del gobierno estadounidense en la región interamericana, como un complemento imperial facilitador de las políticas regionales del departamento de Estado y del Pentágono. Los grandes dueños estadounidenses de periódicos manejan a la SIP con una visión del mundo que coincide con la óptica del poder imperial de Washington, arrastrando consigo a la comparsa de las oligarquías propietarias de periódicos de América Latina.
El periodismo escrito representado por la SIP se ha hecho llamar habilidosamente "cuarto poder". También ha teorizado sobre una pretendida imparcialidad, aderezada con otro mito: la doctrina supuestamente científica de una inexistente "objetividad".

Con estas enseñanzas del periodismo estadounidense, más la manida "pirámide invertida", se han formado generaciones de periodistas latinoamericanos, moldeados en la teoría del engaño al prójimo. Con el transcurso de los años se han convertido en expertos practicantes de la auto-censura e intérpretes de los deseos de sus jefes de redacción, que por su parte conocen al dedillo los deseos más profundos de sus patrones, los dueños de los diarios. En la región abundan los maestros en ocultar noticias o en tergiversarlas dándoles una aparente de imparcialidad, tal como la cadena de noticias CNN le saca brillo a sus informes sesgados, inconexos, a veces sin sentido, pero recargados de intencionalidad política des-informadora.

La teoría y práctica del engaño pretenden hacer creer a los lectores que los propietarios de periódicos son también los dueños de la verdad. Se atribuyen facultades de superioridad sobre la sociedad que nadie nunca les otorgó y actúan como si hubieran sido elegidos para formar parte del Estado según el concepto de separación de poderes. Los ciudadanos de la región mal que bien eligen a sus presidentes, legisladores y muchas veces éstos designan a los jueces. Desde la Revolución Francesa, así se conforman los poderes clásicos del estado burgués: ejecutivo, legislativo y judicial. Pero nadie puede elegir a los diarios que desearía leer y menos, los contenidos que le gustaría conocer. La noticia, a menudo tergiversada y maliciosamente comentada, se impone con la fuerza que sólo la riqueza de sus dueños otorga a la tinta y al papel.
Al fin de cuentas, los diarios estadounidenses que manejan a la SIP con la aquiescencia de los dueños de periódicos latinoamericanos no son más que otra expresión ideológica del poder imperial y de la fuerza totalitaria del dinero. Nadie elige a este poder virtual que cada día se esmera en torcer la realidad, decidiendo qué es o no es "noticia" y tergiversando los acontecimientos inconvenientes para el imperio y las clases dominantes de los países sometidos. Los amos de la prensa tienen también la prerrogativa de establecer cuáles hechos deben ocultarse al conocimiento de los lectores, para manipular mejor las opiniones políticas de los ciudadanos, y sin olvidarse de entregar cotidianamente una orientación de coyuntura a las clases política y propietaria que detentan todos los poderes reales en la región, desde el poder político y militar del Estado al poder económico.

Y no es casual que en las páginas editoriales y des-informativas de los grandes rotativos estadounidenses y latinoamericanos aparezcan como malvados los gobiernos de los países cuyos pueblos decidieron desobedecer al imperio, en una rebeldía que presenta diversos matices, que van desde la insumisión de Cuba y Venezuela, al desacato de Bolivia, Nicaragua y Ecuador, más la trasgresión de Argentina, Brasil, Panamá y de otros países con sus propios matices.

En definitiva, los poderes que someten a nuestros pueblos tienen a un importante aliado en todos los grandes medios de comunicación –escritos y audio-visuales– y, en general, en la llamada industria del "entretenimiento". Este súper poder ideológico abarca todo el periodismo contemporáneo, los diarios, la radio, la televisión, los contenidos de la televisión por cable, el cine, la lectura, el mundo editorial, los clubes e incluso los estadios deportivos y prácticamente todo lo que esos mismos medios denominan "la cultura" de nuestro mundo. Dicho claramente, este factor mediático informativo forma parte de los poderes que, de hecho y no por derecho, nos someten como pueblos.
Mientras los poderes económicos y geopolíticos extraen nuestros recursos naturales, junto con la fuerza de trabajo de nuestra mano de obra, y sin permitirnos agregarle valor en casa a nuestras materias primas –como sería por ejemplo refinar el cobre y el petróleo, para convertirlos en cables eléctricos, gasolina u otros productos terminados–, la industria de los grandes medios de comunicación lava el cerebro de nuestros conciudadanos para convencerlos de que viven en el mejor de los mundos posibles, en una realidad que no admite cambios, con una "democracia electoral representativa" que es sinónimo de libertad de mercado, de la supuesta libertad política y de una mítica "libertad de información", que más bien es el derecho a la libertad de empresa que se adjudica a sí mismos, y de manera excluyente, los miembros de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

Pero esta organización de los dueños de grandes periódicos de la región latinoamericana es apenas la punta de un gigantesco iceberg, un gran témpano que apenas asoma su nariz sobre la superficie, ocultando por debajo una compleja estructura de poder mediático totalitario que controla absolutamente todo lo que el ciudadano debe conocer –e ignorar– a fin de manipular su voluntad y eliminar su capacidad de pensar.
A diferencia de los glaciares que están derritiéndose por doquier, este témpano cada vez se hace más sólido y la concentración de la propiedad de los medios reviste características alarmantes en todos los países, incluso en las naciones desarrolladas. Así como en algunas repúblicas el comercio minorista terminó en poder de un solo monopolio o un duopolio –como ocurre, por ejemplo, en Chile– con dos grandes cadenas nacionales de automercados, al mismo tiempo existen sólo dos mega empresas operando como duopolio de la prensa escrita, con los diarios El Mercurio y La Tercera a la cabeza de una veintena de publicaciones, entre periódicos y revistas. Y ésta es una realidad que se repite en nuestra región, donde –a manera de ejemplo– un ciudadano de Estados Unidos nacido en México, de nombre Angel Remigio González, es el propietario de todos los canales de televisión abierta –cuatro– que existen en Guatemala, de dos canales de TV abierta en Chile, de otra televisora abierta en Argentina y en total posee una treintena de estaciones de TV en América Latina.
Esta concentración de la propiedad mediática es un atentado a las libertades de expresión, de opinión e información, a la vez que crea mayor desempleo entre los periodistas. Estamos frente a un problema que no sólo atañe a quienes trabajan en los medios, sino a toda la sociedad, es decir, al ciudadano. Y es un problema que concierne a la libertad.

¿Quién es quién en la SIP?

Un vistazo a las autoridades de la SIP aclara mejor quien es quién en esa organización y qué intereses representa cada personaje. Según la información corporativa de la propia entidad, la dirección de la organización está a cargo de cinco propietarios de periódicos de EEUU, más un dueño de diarios colombiano que se desempeña como primer vicepresidente y un empleado chileno que actúa como director ejecutivo, para conformar un equipo directivo de 7 personas. La plana mayor de esta dirigencia empresarial la encabeza el presidente honorario vitalicio Scott C. Schurz, del Herald-Times Bloomington, Indiana; seguido del presidente propiamente tal, Earl Maucker, del Sun-Sentinel, de Fort Lauderdale, Florida; y secundado por el primer vicepresidente, Enrique Santos Calderón, de El Tiempo de Bogotá, Colombia; el segundo vicepresidente, William E. Casey, del Down Jones & Co. New York; el tesorero Milton Coleman, de The Washington Post; la secretaria Elizabeth Ballantine, de The Durango Herald, de Durango, Colorado; y el director ejecutivo, Julio E. Muñoz, de nacionalidad chilena.

Mr. Scott C. Schurz, "presidente honorario vitalicio" –y ése es su "democrático" título oficial: presidente honorario vitalicio– representa al consorcio Schurz Communications Inc., de Indiana, que publica 13 diarios como el Herald-Times de Bloomington y siete semanarios que suman una circulación combinada de 225.000 ejemplares, más nueve estaciones de televisión y trece estaciones de radio, pero además opera otras tres que no son suyas. El holding familiar de Mr. Scott C. Schurz, posee también dos compañías de cable, un directorio telefónico y una compañía impresora, todos estos negocios con presencia físico-geográfica en Indiana, Kentucky, Maryland, Pennsylvania, California, Florida, Missouri, Michigan, Georgia, Dakota del Sur, Kansas y Virginia.

Earl Maucker, el presidente de la SIP es el director del Sun-Sentinel de Fort Lauderdale, un periódico local de 170 páginas de avisos e información considerado el más grande del sur de Florida que se distribuye gratis en muchas localidades del estado. Pero este diario es apenas la nariz de un vasto imperio mediático estadounidense que posee periódicos como el Chicago Tribune, Los Angeles Times, Baltimore Sun, Daily Press (en Virginia), Hartford Courant (en Connecticut), The Virginia Gazette, Orlando Sentinel, The Morning Call (en Pennsylvania), Newsday (en Newport News, Virginia) y AM New York, entre otros. Todos estos medios de papel poseen versión electrónica y la mayoría patrocina localmente otros servicios informativos, como ocurre en Chicago con Triblocal, Metromix.com, Chicagosports.com, ChicagoLive, Chicago Magazine, Hoy Chicago, RedEye, CLTV, WGN-TV y WGN-AM. El Sun Sentinel patrocina, además, publicaciones para educación técnica, comunitaria y de adultos como Broward Educator, la revista News in Education y otros medios locales del sur de Florida como El Sentinel, City & Shore Magazine, Forum Publishing Group, Inc., South Florida Parenting, South Florida Teenlink, TCPalm.com, CW South Florida, la estación digital de radio y televisión WXEL y WPTV Nuevo Canal 5. Y también son propietarios del equipo de béisbol Chicago White Socks, o Medias Blancas de Chicago.

Enrique Santos Calderón, el primer vicepresidente, de la familia propietaria del diario El Tiempo, de Bogotá, es el único latinoamericano que aparece en la plana mayor de las autoridades de la SIP. La familia Calderón Santos controla el principal diario colombiano, y el único de circulación nacional, a través de la propiedad mayoritaria en el grupo periodístico CEET (Casa Editorial El Tiempo). Dos miembros de esta distinguida familia de la oligarquía bogotana forman parte del gobierno de Alvaro Uribe Vélez: Francisco "Pacho" Santos Calderón, como vicepresidente, y su primo Juan Manuel Santos Calderón, ministro de la Defensa, quien últimamente se ha hecho célebre al instituir la recompensa por asesinato de jefes guerrilleros, al más puro estilo del "american far West". Juan Lozano Ramírez, un tercer copropietario del diario, fue incorporado al gobierno de Uribe como ministro de Ambiente y Vivienda. Todos estos dirigentes políticos han sido señalados como organizadores, financistas y encubridores –en distinto grado– de las fuerzas paramilitares creadas por el gobierno y el ejército para enfrentar a las guerrillas.

El Tiempo también es especialista en montar mentiras. El 17 de marzo publicó una foto del asesinado comandante de las FARC Raúl Reyes acompañado del ministro del Interior de Ecuador Gustavo Larrea. Así, con la ayuda del fotoshop y de las computadoras que resistieron el bombardeo que mató a Reyes y a una veintena de personas.


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Juan Gelman: 'En estos tiempos mezquinos, está la poesía de pie contra la muerte'

Me pareció que hoy, cuando tenemos encima toda ésta avalancha de mierda de mercados, de precios, de ley de abastecimiento, aprietes, amenazas, de codicia, de disminuciónincrementodelasventasymecagoenlagiladaquesejodanpornegrosyporvagos, es tan bueno que venga un gelman de la vida, levante la cabeza por sobre éste humo apestoso que se nos está metiendo en los corazones y diga: "aquí está la poesía, de pié conra la muerte". Que lindo, carajo.




Con unas palabras profundas, que han ido desde San Juan de la Cruz a Santa Teresa, sin olvidar al creador de 'Don Quijote', el poeta argentino Juan Gelman ha agradecido el Premio Cervantes, que ha recibido de manos del Rey en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares.

[DISCURSO ÍNTEGRO]

Los momentos más sentidos han sido cuando el poeta, exiliado en México por la dictadura militar argentina, ha recordado las ausencias —asesinaron a su hijo y a su nuera y recientemente pudo recuperar a su nieta— y las penurias que aún se sufren en este mundo.

Juan Gelman, nacido en Buenos Aires en 1930 y conocido por su pluma combativa, ha expresado, desde los primeros momentos de su discurso, lo que supone la belleza de la poesía, "una doncella de corta edad", en "unos tiempos mezquinos de penuria, en los que cada tres segundos y medio un niño menor de cinco años muere de pobreza".



"Ahí está la poesía, de pie contra la muerte". Como está ahora y como estuvo siempre: "Santa Teresa recogió imágenes de los objetos que movían apetitos; San Juan de la Cruz habló de amor. Tanta belleza cargada de tanta vida causa el temblor de todo el ser".

"Santa Teresa y San Juan tuvieron para mí un significado especial en el exilio al que me condenó la dictadura militar argentina. Para ellos era Dios, para mí en la presencia ausente de lo amado", ha pronunciado con voz firme el poeta, sin ningún quiebro en la voz, admisible por el sentimiento que demostraba su mensaje.

Gelman tampoco se ha olvidado en su discurso de aquéllos que mueren en las guerras, decenas de miles de personas sin nombre. Quejoso de que las armas de fuego hayan sustituido a otras armas, ha resaltado además la aparición de la "muerte a distancia".

Gelman, tras recibir de manos del Rey el Premio Cervantes. (Foto: EFE)
"La muerte llega hoy con un cortejo de mentiras", y pone como ejemplo los 200.000 civiles que murieron en Hiroshima. "El coronel Truman afirmó haber dormido tranquilo todas las noches de su vida", mientras pocos conocen el nombre de las víctimas. "La muerte se ha vuelto anónima, y así será también en Irak".

El poeta se ha congratulado de la España que ha encontrado tanto ahora como en 2005, cuando recibió el Premio Reina Sofía de Poesía. "Celebro esta España empeñada en rescatar la memoria histórica, el único camino para despertar una conciencia sólida que abra las puertas al futuro".

Según Gelman, cuya familia fue víctima de la barbarie de la dictadura argentina, el silencio no supone otra cosa que "prolongar la impunidad de los crímenes". "Las heridas no están cerradas", ha insistido, "su único tratamiento es la verdad y la justicia. Sólo así es posible el olvido verdadero".

La entrega del Cervantes es el acto central del Día del Libro, que incluye la tradicional lectura ininterrumpida del Quijote en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, que iniciará el poeta argentino, y que en su XII edición recordará, además, el centenario de la llegada de Antonio Machado a Soria




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martes, 22 de abril de 2008

"HABIA ESCOPETAS, CARABINAS, DE TODO...."




"Le dije al gobernador Urribarri (de Entre Ríos) que parara a los
camioneros porque en las camionetas lo más chico que
teníamos era un cuchillo para carnear asado",
manifestó en una entrevista con un matutino porteño.

Mientras el gobierno y los dirigentes rurales negocian
ahora cuestiones técnicas, De Angeli admitió lo que
antes habían negado: "Había escopetas, carabinas, de
todo. Los camioneros no se movieron por eso", disparó.
Y concluyó: "Estábamos preparados para resistir".



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UNO DE DOS...

"Hay muchos actos y no de los menos trascendentales de la política interna y externa del Gral. Perón que no serían aprobados por el tribunal de ideas matrices que animaron a mi generación (...pero...) no debemos olvidar en ningún momento- cualesquiera sean las diferencias de apreciación- que las opciones que nos ofrece la vida política argentina son limitadas. No se trata de optar entre el Gral. Perón y el Arcángel San Miguel. Se trata de optar entre el Gral. Perón y Federico Pinedo. Todo lo que socava a Perón fortifica a Pinedo, en cuanto él simboliza un régimen político y económico de oprobio y un modo de pensar ajeno y opuesto al pensamiento vivo del país". Raul Scalabrini Ortiz



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LOS QUE NO DEJAN DORMIR A LAS FLORES...

Por Eduardo Galeano- Los dueños del mundo usan al mundo como si fuera descartable: una mercancía de vida efímera, que se agota como se agotan, a poco de nacer, las imágenes que dispara la ametralladora de la televisión y las modas y los ídolos que la publicidad lanza, sin tregua, al mercado. Pero, ¿a qué otro mundo vamos a mudarnos? ¿Estamos todos obligados a creernos el cuento de que Dios ha vendido el planeta a unas cuantas empresas, porque estando de mal humor decidió privatizar el universo? La sociedad de consumo es una trampa cazabobos. Los que tienen la manija simulan ignorarlo, pero cualquiera que tenga ojos en la cara puede ver que la gran mayoría de la gente consume poco, poquito y nada necesariamente, para garantizar la existencia de la poca naturaleza que nos queda. La injusticia social no es un error a corregir, ni un defecto a superar: Es una necesidad esencial. No hay naturaleza capaz de alimentar a un shopping center del tamaño del planeta.


Esta civilización no deja dormir a las flores, ni a las gallinas, ni a la gente. En los invernaderos, las flores están sometidas a luz continua, para que crezcan más rápido. En las fábricas de huevos, las gallinas también tienen prohibida la noche. Y la gente está condenada al insomnio, por la ansiedad de comprar y la angustia de pagar. La explosión del consumo en el mundo actual mete más ruido que todas las guerras y arma más alboroto que todos los carnavales. Como dice un viejo proverbio turco, quien bebe a cuenta, se emborracha el doble. La parranda aturde y nubla la mirada; esta gran borrachera universal parece no tener límites en el tiempo ni en el espacio. Pero la cultura de consumo suena mucho, como el tambor, porque está vacía; y a la hora de la verdad, cuando el estrépito cesa y se acaba la fiesta, el borracho despierta, solo, acompañado por su sombra y por los platos rotos que debe pagar. La expansión de la demanda choca con las fronteras que le impone el mismo sistema que la genera. El sistema necesita mercados cada vez más abiertos y más amplios, como los pulmones necesitan el aire, y a la vez necesita que anden por los suelos, como andan, los precios de las materias primas y de la fuerza trabajo. El sistema habla en nombre de todos, a todos dirige sus imperiosas órdenes de consumo, entre todos difunde la fiebre compradora; pero ni modo: Para casi todos, esta aventura comienza y termina en la pantalla del televisor. La mayoría, que se endeuda para tener cosas, termina teniendo nada más que deudas para pagar deudas que generan nuevas deudas, y acaba consumiendo fantasías que a veces materializa delinquiendo. El derecho al derroche, privilegio de pocos, dice ser la libertad de todos. Dime cuánto consumes y te diré cuánto vales. Esta civilización no deja dormir a las flores, ni a las gallinas, ni a la gente. En los invernaderos, las flores están sometidas a luz continua, para que crezcan más rápido. En las fábricas de huevos, las gallinas también tienen prohibida la noche. Y la gente está condenada al insomnio, por la ansiedad de comprar y la angustia de pagar. Este modo de vida no es muy bueno para la gente, pero es muy bueno para la industria farmacéutica. EE.UU. consume la mitad de los sedantes, ansiolíticos y demás drogas químicas que se venden legalmente en el mundo, y más de la mitad de las drogas prohibidas que se venden ilegalmente, lo que no es moco de pavo si se tiene en cuenta que EE.UU. apenas suma el cinco por ciento de la población mundial. "Gente infeliz, la que vive comparándose", lamenta una mujer en el barrio del Buceo, en Montevideo. El dolor de ya no ser, que otrora cantara el tango, ha dejado paso a la vergüenza de no tener. Un hombre pobre es un pobre hombre. "Cuando no tenés nada, pensás que no valés nada", dice un muchacho en el barrio Villa Fiorito, de Buenos Aires. Y otro comprueba, en la ciudad dominicana de San Francisco de Macorís: "Mis hermanos trabajan para las marcas. Viven comprando etiquetas, y viven sudando la gota gorda para pagar las cuotas". Invisible violencia del mercado: la diversidad es enemiga de la rentabilidad, y la uniformidad manda. La producción en serie, en escala gigantesca, impone en todas partes sus obligatorias pautas de consumo. Esta dictadura de la uniformización obligatoria es más devastadora que cualquier dictadura del partido único: impone en el mundo entero, un modo de vida que reproduce a los seres humanos como fotocopias del consumidor ejemplar. El consumidor ejemplar es el hombre quieto. Esta civilización, que confunde la cantidad con la calidad, confunde la gordura con la buena alimentación. Según la revista científica The Lancet, en la última década la "obesidad severa" ha crecido casi un 30 % entre la población joven de los países más desarrollados. Entre los niños norteamericanos, la obesidad aumentó en un 40% en los últimos dieciséis años, según la investigación reciente del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Colorado. El país que inventó las comidas y bebidas light, los diet food y los alimentos fat free, tiene la mayor cantidad de gordos del mundo. El consumidor ejemplar sólo se baja del automóvil para trabajar y para mirar televisión. Sentado ante la pantalla chica, pasa cuatro horas diarias devorando comida de plástico. Triunfa la basura disfrazada de comida: Esta industria está conquistando los paladares del mundo y está haciendo trizas las tradiciones de la cocina local. Las costumbres del buen comer, que vienen de lejos, tienen, en algunos países, miles de años de refinamiento y diversidad, y son un patrimonio colectivo que de alguna manera está en los fogones de todos y no sólo en la mesa de los ricos. Esas tradiciones, esas señas de identidad cultural, esas fiestas de la vida, están siendo apabulladas, de manera fulminante, por la imposición del saber químico y único: la globalización de la hamburguesa, la dictadura de la fast food. La plastificación de la comida en escala mundial, obra de McDonald's, Burger King y otras fábricas, viola exitosamente el derecho a la autodeterminación de la cocina: sagrado derecho, porque en la boca tiene el alma una de sus puertas. El campeonato mundial de fútbol del 98 nos confirmó, entre otras cosas, que la tarjeta MasterCard tonifica los músculos, que la Coca-Cola brinda eterna juventud y que el menú de McDonald's no puede faltar en la barriga de un buen atleta. El inmenso ejército de McDonald's dispara hamburguesas a las bocas de los niños y de los adultos en el planeta entero. El doble arco de esa M sirvió de estandarte, durante la reciente conquista de los países del Este de Europa. Las colas ante el McDonald's de Moscú, inaugurado en 1990 con bombos y platillos, simbolizaron la victoria de Occidente con tanta elocuencia como el desmoronamiento del Muro de Berlín. Un signo de los tiempos: Esta empresa, que encarna las virtudes del mundo libre, niega a sus empleados la libertad de afiliarse a ningún sindicato. McDonald's viola, así, un derecho legalmente consagrado en los muchos países donde opera. En 1997, algunos trabajadores, miembros de eso que la empresa llama la Macfamilia, intentaron sindicalizarse en un restorán de Montreal en Canadá: el restorán cerró. Pero en el 98, otros empleados de McDonald's, en una pequeña ciudad cercana a Vancouver, lograron esa conquista, digna de la Guía Guinness. Las masas consumidoras reciben órdenes en un idioma universal: la publicidad ha logrado lo que el esperanto quiso y no pudo. Cualquiera entiende, en cualquier lugar, los mensajes que el televisor transmite. En el último cuarto de siglo, los gastos de publicidad se han duplicado en el mundo. Gracias a ellos, los niños pobres toman cada vez más Coca-Cola y cada vez menos leche, y el tiempo de ocio se va haciendo tiempo de consumo obligatorio. Tiempo libre, tiempo prisionero: las casas muy pobres no tienen cama, pero tienen televisor, y el televisor tiene la palabra... Comprado a plazos, ese animalito prueba la vocación democrática del progreso: a nadie escucha, pero habla para todos. Pobres y ricos conocen, así, las virtudes de los automóviles último modelo, y pobres y ricos se enteran de las ventajosas tasas de interés que tal o cual banco ofrece. Los expertos saben convertir a las mercancías en mágicos conjuntos contra la soledad. Las cosas tienen atributos humanos: acarician, acompañan, comprenden, ayudan, el perfume te besa y el auto es el amigo que nunca falla. La cultura del consumo ha hecho de la soledad el más lucrativo de los mercados. Los agujeros del pecho se llenan atiborrándolos de cosas, o soñando con hacerlo. Y las cosas no solamente pueden abrazar: ellas también pueden ser símbolos de ascenso social, salvoconductos para atravesar las aduanas de la sociedad de clases, llaves que abren las puertas prohibidas. Cuanto más exclusivas, mejor: Las cosas te eligen y te salvan del anonimato multitudinario. La publicidad no informa sobre el producto que vende, o rara vez lo hace. Eso es lo de menos. Su función primordial consiste en compensar frustraciones y alimentar fantasías: ¿En quién quiere usted convertirse comprando esta loción de afeitar? El criminólogo Anthony Platt ha observado que los delitos de la calle no son solamente fruto de la pobreza extrema. También son fruto de la ética individualista. La obsesión social del éxito, dice Platt, incide decisivamente sobre la apropiación ilegal de las cosas. Yo siempre he escuchado decir que el dinero no produce la felicidad; pero cualquier televidente pobre tiene motivos de sobra para creer que el dinero produce algo tan parecido, que la diferencia es asunto de especialistas. Según el historiador Eric Hobsbawm, el siglo XX puso fin a siete mil años de vida humana centrada en la agricultura desde que aparecieron los primeros cultivos, a fines del paleolítico. La población mundial se urbaniza, los campesinos se hacen ciudadanos. En América Latina tenemos campos sin nadie y enormes hormigueros urbanos: las mayores ciudades del mundo, y las más injustas. Expulsados por la agricultura moderna de exportación, y por la erosión de sus tierras, los campesinos invaden los suburbios. Ellos creen que Dios está en todas partes, pero por experiencia saben que atiende en las grandes urbes. Las ciudades prometen trabajo, prosperidad, un porvenir para los hijos. En los campos, los esperadores miran pasar la vida, y mueren bostezando; en las ciudades, la vida ocurre, y llama. Hacinados en tugurios, lo primero que descubren los recién llegados es que el trabajo falta y los brazos sobran, que nada es gratis y que los más caros artículos de lujo son el aire y el silencio. Mientras nacía el siglo XIV, fray Giordano da Rivalto pronunció en Florencia un elogio de las ciudades. Dijo que las ciudades crecían "porque la gente tiene el gusto de juntarse". Juntarse, encontrarse. Ahora, ¿quién se encuentra con quién? ¿Se encuentra la esperanza con la realidad? El deseo, ¿se encuentra con el mundo? Y la gente, ¿se encuentra con la gente? Si las relaciones humanas han sido reducidas a relaciones entre cosas, ¿cuánta gente se encuentra con las cosas? El mundo entero tiende a convertirse en una gran pantalla de televisión, donde las cosas se miran pero no se tocan. Las mercancías en oferta invaden y privatizan los espacios públicos. Las estaciones de autobuses y de trenes, que hasta hace poco eran espacios de encuentro entre personas, se están convirtiendo ahora en espacios de exhibición comercial. El shopping center, o shopping mall vidriera de todas las vidrieras, impone su presencia avasallante. Las multitudes acuden, en peregrinación, a este templo mayor de las misas del consumo. La mayoría de los devotos contempla, en éxtasis, las cosas que sus bolsillos no pueden pagar, mientras la minoría compradora se somete al bombardeo de la oferta incesante y extenuante. El gentío, que sube y baja por las escaleras mecánicas, viaja por el mundo: los maniquíes visten como en Milán o París y las máquinas suenan como en Chicago, y para ver y oír no es preciso pagar pasaje. Los turistas venidos de los pueblos del interior, o de las ciudades que aún no han merecido estas bendiciones de la felicidad moderna, posan para la foto, al pie de las marcas internacionales más famosas, como antes posaban al pie de la estatua del prócer en la plaza. Beatriz Solano ha observado que los habitantes de los barrios suburbanos acuden al center, al shopping center, como antes acudían al centro. El tradicional paseo del fin de semana al centro de la ciudad, tiende a ser sustituido por la excursión a estos centros urbanos. Lavados y planchados y peinados, vestidos con sus mejores galas, los visitantes vienen a una fiesta donde no son convidados, pero pueden ser mirones. Familias enteras emprenden el viaje en la cápsula espacial que recorre el universo del consumo, donde la estética del mercado ha diseñado un paisaje alucinante de modelos, marcas y etiquetas. La cultura del consumo, cultura de lo efímero, condena todo al desuso mediático. Todo cambia al ritmo vertiginoso de la moda, puesta al servicio de la necesidad de vender. Las cosas envejecen en un parpadeo, para ser reemplazadas por otras cosas de vida fugaz. Hoy que lo único que permanece es la inseguridad, las mercancías, fabricadas para no durar, resultan tan volátiles como el capital que las financia y el trabajo que las genera. El dinero vuela a la velocidad de la luz: ayer estaba allá, hoy está aquí, mañana quién sabe, y todo trabajador es un desempleado en potencia. Paradójicamente, los shoppings centers, reinos de la fugacidad, ofrecen la más exitosa ilusión de seguridad. Ellos resisten fuera del tiempo, sin edad y sin raíz, sin noche y sin día y sin memoria, y existen fuera del espacio, más allá de las turbulencias de la peligrosa realidad del mundo. Los dueños del mundo usan al mundo como si fuera descartable: una mercancía de vida efímera, que se agota como se agotan, a poco de nacer, las imágenes que dispara la ametralladora de la televisión y las modas y los ídolos que la publicidad lanza, sin tregua, al mercado. Pero, ¿a qué otro mundo vamos a mudarnos? ¿Estamos todos obligados a creernos el cuento de que Dios ha vendido el planeta a unas cuantas empresas, porque estando de mal humor decidió privatizar el universo? La sociedad de consumo es una trampa cazabobos. Los que tienen la manija simulan ignorarlo, pero cualquiera que tenga ojos en la cara puede ver que la gran mayoría de la gente consume poco, poquito y nada necesariamente, para garantizar la existencia de la poca naturaleza que nos queda. La injusticia social no es un error a corregir, ni un defecto a superar: Es una necesidad esencial. No hay naturaleza capaz de alimentar a un shopping center del tamaño del planeta.

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