ORLANDO BARONE NO TIENE DUDAS (Y NOSOTROS TAMPOCO)
Mientras las madres y abuelas de Plaza de Mayo estén junto al gobierno,
no tengo dudas.
Mientras sigan apareciendo sus nietos apropiados,
no tengo dudas.
Mientras haya quienes sigan vivando a los represores,
no tengo dudas.
Mientras los gobiernos de Latinoamérica estén cada día más ligados a la Argentina,
no tengo dudas.
Mientras la jerarquía de la Iglesia sea más afín al mensaje de los opositores que al mensaje del gobierno,
no tengo dudas.
Mientras el FMI esté allá pero no aquí,
no tengo dudas.
Mientras la derecha se indigne porque considera a este gobierno de izquierda, no tengo dudas.
Mientras la Mesa de Enlace se sonría victoriosa rodeada de porotos de oro, y los gurúes de la City auguren inminentes cataclismos,
no tengo dudas.
Mientras haya tanta libertad que se pueda decir que el oficialismo hace todo mal y que lo seguirá haciendo mal,
no tengo dudas.
Mientras la iluminada Casandra augure que la Argentina “podría desaparecer del mundo civilizado”,
no tengo dudas.
Mientras gran parte de la sociedad democrática se expresa públicamente día y noche, en la vigilia y en el suelo contra el gobierno,
no tengo dudas.
Mientras la luz y el gas no se apaguen, y no se seque la nafta, y no colapsen los radares, los aviones y los trenes sin hacer caso de las profecías,
no tengo dudas.
Mientras los jubilados viejos y nuevos cobren con plata como todos los trabajadores,
no tengo dudas.
Mientras haya aquí patriotas aterrados porque una empresa multinacional argentina es estatizada en Venezuela, y esos mismos patriotas ni siquiera se inquietaron cuando fue privatizada toda la Argentina,
no tengo dudas.
Mientras de un lado esté Marcos Aguinis y del otro José Pablo Feinmann;
y de un lado estén Blumberg, el rabino Bergman y el gatillo fácil,
y del otro las garantías y la Corte Suprema;
no tengo dudas.
Mientras se avance hacia el tratamiento de una nueva ley de medios ampliamente consensuada,
no tengo dudas.
Mientras no haya medidas de ajuste ni retrocesos en las conquistas de los trabajadores,
no tengo dudas.
Mientras Cristina no dé ni un paso atrás,
no tengo dudas.
Eso sí: tengo dudas de no tener dudas.
Pero la oposición, paradójicamente, me inspira certidumbres.
Sí, estoy seguro: soy opositor de los opositores.
Orlando Barone
3 se arrimaron al fogón:
muy bueno, cumpa, me lo llevo para enfermar a los contactos de mail!!! Saludos!!!!
FABULACIONES CON FABULACIONES.
En verdad resulta interesante vivir e informarse en campaña electoral. Ahora es donde podemos discutir al menos algunos temas políticos de trascendencia que van desnudando nuevos desafíos. Esto ocurre, en primer termino, porque comienzan a tener espacio en los medios aquellos que durante dos años van a estar relegados de los mismos luego del 29 de junio, sigue por la desesperación del magdalenismo periodístico de buscar de que manera pegarle al gobierno, continua con el intento de maniquíes mediáticos que se instalan como opciones electorales (sin militancia, sin plan, pero no sin ambición teniendo con que pagarla). Y por supuesto con la presencia inconfundible de los puteadores tradicionales, opositores a rajatabla, porque si, que exhiben su calidad de litigadores y la ¡¡¡¡¡ignorancia de su plataforma!!!!!!!
Ustedes saben que hay mas, sepan incorporar cada uno la categoría que le plazca.
Nadie niega las falencias del gobierno, algunos más, otros menos. Y me refiero al común de la gente, pero desde acá, desde el llano, se siente una sensación de incertidumbre con la oferta electoral alternativa que asusta. ¿Dónde nos quieren llevar?, al menos ahora hay un rumbo, ¿queremos salir de este rumbo? ¿Hacia donde? Los pocos que hablan claro al respecto, todavía carecen lamentablemente de proyección nacional y de medios de comunicación, pero están creciendo porque saben de que hablan y proyectan a través de lo hecho, incluso con apoyo crítico (significa: paso delante de calidad). Se avanza construyendo, no detractando. ¿Quién le puede creer al que denuncia con la cola sucia (incluyendo al que dice que la tiene limpia)?.
Todos nosotros puteamos, cada día hay una nueva razón para hacerlo, porque hay alguien que esta haciendo algo que a veces nos toca de cerca e irracionalmente, puteamos. Y nos sentimos identificados con aquel que sale a una radio y putea igual. Pero llegado el momento de tener que decidir a quien apoyar para decidir los destinos de todos, sabemos discernir entre quien putea y quien hace, entre quien propone y quien se opone, entre quien fundamenta y quien reniega.
No obstante ello ¿no le parece que tenemos que cambiar? ¡¡¡Claro que si!!! Pero un cambio debe ser superador, no un cambio de careta ¡¡¡Basta de caretas!!!
La ley de bosques fue un avance ¡¡vayamos por mas!! ¿nos vetan? Volvamos con mas fuerza, con otras estrategias ¡todos queremos la ley de protección de glaciares! ¿Por qué no lo exigimos? El conflicto de la soja permitió que se introdujera el tema del glifosato muy bien escondido por los medios “untados” por Monsanto ¿sabia UD. Que desaparecen los yuyos? ¡Que bueno, hay mas cosecha! Si. Pero también desaparecen peludos, perdices, liebres, mulitas, caranchos, etc. Etc. Y crecen los enfermos de cáncer en las comunidades rurales. ¡¡¡¡¡PERO NO HAY YUYOS!!!!! Que bueno…….
Votaremos, los argentinos, y acomodaremos las cargas seguramente. Pero a estos retrógrados puteadores, como dice un filosofo vividor rural ¡¡MINGA!!
Muy bueno. Completamente de acuerdo.
Hay tres cosas que me asustan mucho de la oposición:
1) El modelo económico que ésta representa.
2) El nivel de oposición tal que hace que ninguno de ellos pueda aportar un sólo voto a favor de algunos proyectos que ellos mismos apoyarían en otros casos o impulsarían si estuvieran en el poder (casos: Retenciones, Derogación de las leyes de obediencia debida y punto final, AFJP, Ley de medios).
3) Que a todo aquel que esté de acuerdo con medidas que toma el gobierno lo tilden de oficialista.
Esto habla muy bien de la concepción que tienen de la democracia, en la cual la diversidad de opiniones es fundamental siempre y cuando pensemos como ellos.
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