El senador "beneplácito"

No es fácil ser senador nacional, no es fácil ocupar el lugar que alguna vez ocupó Lisandro de la Torre, no es fácil representar los intereses de una provincia tan importante, no es fácil ser responsable de la vigencia de los artículos cincuenta y cuatro a sesenta y dos de la constitución, no es fácil vivir tanto tiempo en la capital y no poder ver cómo va creciendo la sojita, no es fácil no poder ir más seguido a los boxes de fórmula uno, no es fácil tener que bancarse tantas horas de banca cuando te sigue doliendo el cuello y sabés que te va a doler siempre. No es fácil andar por Rosario y menos aún por Santa Fe, no es fácil, muchachos, no es fácil.

No es fácil haber sido gobernador desde el 91 al 95 y después senador hasta el 99, cuando renuncié para volver a ser gobernador hasta el 2003, cuando volví a ser senador hasta el próximo diciembre, cuando ni siquiera el témpano de binner me podrá impedir volver a ser senador por otros seis años, si la salud me acompaña, hasta el 2015. Veinticinco años muchachos, no es fácil. Y siempre con éste dolor de cuello.

Menos mal que existen las declaraciones de beneplácito y las declaraciones de interés , porque sinó - pienso ahora mientras miro por la ventana - no sé que sería de mi vida. Que no es fácil.