UN CUENTO SANTAFESINO.

Entonces juguemos a que vos, compañero lector, sos Presidente Comunal de una localidad del norte santafesino que se llama, digamos Villa Florencia, y que sos peronista más vale. Como la mayoría de tus colegas vecinos, con los que tenés que bancarte los buenos tiempos republicanos de Hermes, el prudente. Y, digamos que vos ya te sacaste una foto medio trucha al lado del Lole, al que no le gustan las fotos actuales y quiere seguir usando las del 91. Pero resulta que desde ayer los vagos están un poco inquietos porque está pasando algo raro y vos, que estás al servicio de tu gente desde hace cuatro constitucionalísimos períodos, también estás inquieto porque cuando entraste al boliche de la cooperativa a tomarte el vermú de las once, los gringos estaban mirando canal siete y en canal siete estaba Néstor. Y nadie lo puteaba como hace unos meses. Y justo te llamó el Negro, para invitarte a un asado con tu secretario para la noche. Y el Negro es el jefe del pueblo un poquito más grande que el tuyo y lleva el mismo tiempo que vos peleando, con el agua, con las cloacas, con el centro de salud, con los teléfonos y a veces tira unas puntas. Como la que te tiró anoche cuando te dijo "mirá cabeza, el Lole no funciona, yo el domingo reparto la de Agustín y el lunes voy a la capi".