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Desde que el ex corredor de brabham embistió contra el cabezón y en la curva siguiente sacó de la pista a su compañera de escudería e intérprete, nuestros atentos corresponsales en la capital santafesina han registrado algunos fenómenos curiosos, veamos:

- Ha disminuído el expendio de expressos en los bares de las cercanías de la casa gris, casi en la misma medida en que se ha incrementado el consumo de lágrimas.

- Algunos sastres comentaron que han disminuído repentínamente las órdenes de confección de sus excelentes ambos, tipo ministerial.

- Se han visto varios centenares de tarjetas de presentación de una senadora rosarina flotando en el viento. Excéntrico.

- Los senadores provinciales del sojismo federal, algunos de ellos exhudando más de veinte años de esforzados servicios a la ciudadanía santafesina, conforman ahora la línea de defensa del ex corredor de brabaham y esperan que, alguna vez, éste les diga. Algo.

- Una de las tiendas de ropa barata en la zona de la Plaza del Soldado adquirió en la feria de La Salada varios miles de camperas rojas con la insignia de Ferrari. Su exasperado propietario, angustiado ante el dudoso retorno de la inversión, estudia abandonar la actividad.

- Algunos candidatos y ex candidatos, jovenes brillantes bendecidos con el champagne de las bolsas de comercio santafesinas, llamaron a sus operadores publicitarios para pedirles discretamente que vayan bajando aquel cartel que decía grande, grande, tan grande, "Lole 2011".

- Exquisiteces santafesinas.