Felíz cumpleaños compañero Nelson
Hoy cumple 91 años el compañero Nelson Rolihlahla Mandela, nacido en la aldea de Qunu, el 19 de julio de 1918. Si viviera en nuestro barrio seguramente le diríamos Don Nelson, pero en Sudáfrica lo llaman "Madiba", el más alto honor de su tribu y los jóvenes rubios, nietos de inmigrantes holandeses que se emborrachan con ginebra al atardecer para espantar los fantasmas de sangre que los atormentaban, ahora lo llaman "mkhulu" (abuelo).
La vida de Mandela es el compendio de la lucha por la libertad y la dignidad humana. Le tocó liderar uno de los capítulos más drámaticos de esa lucha y nosotros hemos sido y somos aún sus testigos. Nosotros somos parte de una generación que asistió a episodios extraordinarios de esa lucha y aunque tengamos el cogote siempre apuntando hacia el norte es imprescindible que aprendamos a mirar a nuestros hermanos africanos, víctimas de los mismos sistemas de dominación que nos tienen postergados, recluídos al olvido y destinados a ser el rincón de los muertos de hambre.
En esa lucha Nelson Mandela, que contaba con un título de abogado que le hubiese permitido acomodarse y zafar, dentro de los territorios negros claro, pero zafar, se dedicó a atender los casos judiciales de sus hermanos que nunca podrían haber tenido un abogado y desde el día que abrió la puerta de su oficina para atender a su primer cliente hasta la presidencia del Congreso Nacional Africano no hubo demora. La política del "apartheid", establecido por el Partido Nacional Africano constituyó una de las páginas más vergonzosas de la historia política contemporánea y su aplicación formó una llaga que aún tarda en curar. No faltaron las miserias, las bajezas y las traiciones, y es muy probable que algunos elementos del CNA, informantes de la CIA, hayan estado involucrados en la detención de Mandela en 1962, cuando ya era el lider del brazo militar del CNA.
El juicio de 1962 y otro en 1964 lo mantuvieron preso durante 27 años. Confinado a las estrecheces de la prisión, el preso 466/64 se constituyó en un objetivo central de régimen sudafricano, que desoyó durante años las denuncias provenientes de todo el mundo hasta que la presión interna se hizo tan intensa que los blancos intentaron una salida elegante ofreciéndole la libertad a cambio de que aceptara quedarse en los límites de alguno de los estados ficticios creados para disimular el funcionamiento de auténticos ghetos. Mandela, que veía acercarse su hora, dijo no.
El pragmático Frederick de Clerck lo liberó en 1990 e inició con Mandela las duras y complejas negociaciones para desmantelar el régimen segregacionista, soportando la presión de los sectores blancos que veían en riesgo sus intereses y sus ganancias. No menos presiones tuvo Mandela, con sectores negros radicalizados que veían cerca la oportunidad de la "devolución de favores" hacia los opresores blancos. Y como siempre, detrás de la escena, el negocio de las armas, el oro, los diamantes, la estratégica posición de Sudáfrica, y una guerra fría dando sus últimos respiros.
Nelson Mandela ganó las elecciones de 1994 y el preso 466/64 asumió el máximo cargo de su país. Presidió Sudáfrica hasta el 16 de junio de 1999. Seguramente no habrá logrado concretar todas las transformaciones que soño mientras miraba al mundo desde la ventana de su celda. Se necesitarían muchos mandelas para eso. Pero con uno sólo alcanza para tener un respiro, una esperanza, una luz encendida.
Por eso me pareció adecuado contar ésta historia, pensando en mis compañeros y amigos con los que enfrentamos otra página de esa lucha y, a veces, nos parece que se viene la noche.
Felíz cumpleaños viejo y querido "mkhulu", nosotros también, desde estas pampas cubiertas de la soja blanca te estamos mirando.
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