LORDS OF THE WAYS
Agredidos por esquivar un piquete
En total seis vehículos los encerraron en plena ruta, los golpearon y le destrozaron el vehículo con un elemento contundente. "Fuimos humillados y sufrimos el desamparo propio que le ocurre a uno en estas pequeñas barbaries", sintetizó Alberto Benassi, que viajaba a bordo de un auto Peugeot 505, con su esposa Elena Despósito.
Según Benassi, en el cruce de rutas de San Genaro se encontraron con un piquete que cortaba el paso, que pudo sortear por la banquina en la que no había obstáculos y a baja velocidad. Allí sufrió la primera agresión: un manifestante le arrojó delante del vehículo una rastra con puntas metálicas que se usan para trabajar la tierra, que pudo esquivar.
Sin embargo, unos 60 kilómetros después, cuando llegaron al cruce de la ruta 34 con la AO12, a la altura de Ibarlucea, les esperaba lo peor. "Había otro piquete y es evidente que nos reconocieron por la descripción que desde San Genaro les dieron, asi que nos siguieron por unos 15 kilómetros tratando de tirarnos a la banquina", contó. A tres kilómetros de Nuevo Alberdi, los manifestantes interceptaron al matrimonio. "Bajé el vidrio pero sin poder mediar palabra me dieron una trompada en la cara", dijo indignado Benassi. Y añadió: "Mi mujer se puso nerviosa, empezó a los gritos y cuando se bajó del auto la agarraron a empujones". Luego de eso, "nos amenazaron con objetos metálicos contundentes, rompieron el vidrio de un golpe, le pegaron patadas los guardabarros y se subieron al techo y el capot del auto hundiéndolos por completo". "Eramos dos personas contra 20 hombres en seis vehículos, nos quedamos quietos hasta que se cansaron de insultarnos y humillarnos", agregó.
"Delante nuestra había una Toyota Hilux negra, patente GIA 401, y un poco más allá un automóvil 4 puertas Ford Fiesta o Peugeot, verde, patente CGS 063", sostuvo la víctima. Aunque quiso tomar el número de chapa patente de otros vehículos, Benassi ni siquiera pudo empezar a escribir ya que no sólo le arrebataron el anotador y la lapicera sino que le destruyeron los anteojos. Lo único que pudo hacer la pareja una vez que la pesadilla terminó fue hacer la denuncia policial en la comisaría 17ª de Ibarlucea, adonde deberán ir hoy para ampliar su denuncia.
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