"No debemos olvidar en ningún momento –cualesquiera sean las diferencias de apreciación– que las opciones que nos ofrece la vida política argentina son limitadas. No se trata de optar entre el general Perón y el arcángel San Miguel. Se trata de optar entre el general Perón y Federico Pinedo. Todo lo que socava a Perón, fortalece a Pinedo, en cuanto él simboliza un régimen político y económico de oprobio y un modo de pensar ajeno y opuesto al pensamiento del país”. Raul Scalabrini Ortiz

jueves, 24 de julio de 2008

"PAPUCHO, ES CIERTO QUE NO NOS VAN A DAR MAS EL AVION?."



Julio Cobos conoce las Cataratas con toda su familia y sin gastar un centavo

El vicepresidente pasó la Semana Santa junto a su familia y los novios de sus hijas en la turística ciudad de Puerto Iguazú. Llegó en un avión de Presidencia, recorrió las Cataratas, cruzó a Brasil, realizó paseos náuticos y criticó los métodos de protesta del sector agropecuario. Desde la Asociación Hotelera, Gastronómica y Afines de Iguazú (AHGAI) reconocieron que corrieron con todos los gastos y la organización. “Hemos venido a conocer, pasear, descansar y disfrutar”, dijo Cobos antes de reunirse para escuchar a los empresarios y violar la Ley de Etica Pública.


Por Fernando Oz

Julio Cobos también optó pasar las minivacaciones, que propicia la Semana Santa, lejos de los cortes de ruta del sector agropecuario. A diferencia de los fríos climas de El Calafate, que busca Cristina Fernández de Kirchner para distenderse, el vicepresidente eligió el cálido paisaje de las cataratas para descansar y reflexionar sobre su escabroso futuro político a la par del matrimonio presidencial.


El Tango 10 aterrizó en el aeropuerto de la turística ciudad de Puerto Iguazú el jueves a las 11:45. Del avión oficial bajó el vicepresidente y una comitiva de 14 personas, entre los que estaban su esposa Cristina, sus hijos Agustín (26), Virginia (24), María Eugenia (22) y los novios de las hijas. “No conocía Misiones, uno de mis hijos, sí”, dijo Cobos apenas puso el pie en la tierra colorada.

Con respecto a la pulseada con el empresariado agropecuario, Cobos sostuvo que el Gobierno está dispuesto al diálogo “pero sin condicionamientos ni presiones” y aclaró que el paro “no es el camino”.

A favor de los empresarios del sector turístico local, el vicepresidente minimizó los seis casos confirmados de fiebre amarilla que siguieron a la muerte del trabajador rural Lorenzo Rodríguez. “Nos hemos puesto la vacuna de la fiebre amarilla por responsabilidad. Yo también vengo de una provincia turística (Mendoza) y a veces, con alguna picardía, se comenta algo y esto lleva a los visitantes a buscar otros destinos”, explicó a los medios locales.


Lo bueno de ser vice.
La familia Cobos se alojó en el exclusivo complejo de cabañas Iguazú Jungle Lodge, donde pasar la noche cuesta entre 360 y 700 pesos. Los acompañantes de la Semana Santa del vicepresidente se acomodaron en otro cinco estrellas: el Panoramic, allí la estadía varía entre 418 y 584 pesos; todo depende de si las habitaciones tienen o no vista a las cataratas.
Un grupo de intendentes, la mayoría de origen radical, ya tenían el asado listo para recibir al vicepresidente y a su familia ampliada. La noche del jueves, paseó bajo una radiante luna llena por las pasarelas que conducen a la Garganta del Diablo, el salto más espectacular de las cataratas. El paseo estuvo a cargo de la firma Carlos Enriquez y otros de UTE, empresa concesionaria de los servicios del Parque Nacional Iguazú, en la que la familia del gobernador Maurice Closs es la principal accionista.

El viernes al medio día, el gobernador misionero, también de origen radical, se convirtió en guía de los Cobos. La comitiva turística se trasladó a Brasil para conocer la represa brasileño-paraguaya de Itaipú. Durante el viaje, Closs aprovechó para hablar sobre las bondades que traerá a la región la construcción de la represa Garabí.

Por la tarde, el Cobos tours realizó un paseo por el río Iguazú y el Paraná. En este tramo, el guía fue Claudio Filippa, el intendente de la turística ciudad. Durante la travesía náutica por las aguas de la Triple Frontera, la familia del vicepresidente estuvo bajo la cauta y solapada custodia de efectivos de Prefectura.

La jornada del sábado fue exclusivamente de excursión en las cataratas y a la noche se reunió para escuchar las quejas de los empresarios locales que pagaron la estadía de la comitiva familiar de Cobos. Todos los hombres de negocios coincidieron en pedir un mayor compromiso del Estado a la hora de invertir en infraestructura básica.

Fue la Asociación Hotelera, Gastronómica y Afines de Iguazú (AHGAI) la encargada de invitar y correr con los gastos de Cobos y su familia. Todo para conseguir una reunión entre los empresarios del sector turístico y el vicepresidente de la Nación. “Uno de los planteos que nosotros vamos a hacer es el de una sala de terapia intensiva para el hospital de Iguazú, la situación del hospital es critica. También tenemos otros problemas exclusivos del sector”, comentó a PERFIL el presidente de la AHGAI, Carlos Krumkamp.

“No, por supuesto que no. El vicepresidente no pagó nada, nosotros corrimos con todos los gastos de él, vino con la familia. Nosotros estuvimos preparando todo esto desde hace un mes y estamos muy agradecidos de que haya aceptado nuestra invitación”, dijo Krumkamp cuando PERFIL le preguntó si Cobos había pagado sus minivacaciones en las cataratas.

La Ley de Etica Pública indica que “los funcionarios públicos no podrán recibir regalos, obsequios o donaciones, sean de cosas, servicios o bienes, con motivo o en ocasión del desempeño de sus funciones”.

Desde el momento que llegó a Iguazú con toda la familia, Cobos aclaró a los medios locales cuáles eran las intenciones del viaje. También resaltó las bondades de ser vicepresidente: “Hemos venido a conocer, a pasear, descansar y disfrutar. Lo bueno de esto es que uno recibe invitaciones de todos lados”.

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